NIDO DE VÍBORAS

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NIDO BLOQUE OPOSITOR

Por KUKULKÁN

LA POSIBILIDAD de que José Luis Pech Várguez y Laura Fernández Piña formen un bloque opositor para contrarrestar la amplia ventaja que sigue teniendo sobre ellos la candidata a vencer por la gubernatura del estado, Mara Lezama Espinosa, suena más a un amague en la desesperación que a una estrategia electoral con posibilidades reales de triunfo si se parte de los resultados arrojados por diferentes encuestadoras que mantienen en la delantera de las preferencias electorales a la candidata de Morena por más de 20 puntos por arriba sobre su más cercana competidora.

NI SUMADOS los porcentajes que registran tanto el candidato de Movimiento Ciudadano como la candidata de la alianza “Va por Quintana Roo” serían suficientes, si hoy fueran las elecciones, para superar a la morenista a quien encuestadoras registradas ante el INE le dan en promedio el 45 por ciento de las preferencias electorales, mientras que Pech apenas llega al 10 por ciento y 20 por ciento su posible aliada Laura, en total 30 por ciento.

SOBRE la marcha de la campaña, fue el Doctor Pech —como le gusta que le digan al candidato de MC— quien a través de una entrevista en redes sociales puso el tema en la mesa dejando entre ver que ya hay hasta acercamientos con su competidora para que en determinado momento y de acuerdo a las circunstancias puedan sumar fuerzas privilegiando siempre el interés público; pero “de lengua me como un plato”, reza el viejo proverbio popular, porque ninguno de estos dos personajes de personalidad protagónica cedería su candidatura al otro en caso de que en realidad los moviera el interés del pueblo para frenar al mal gobierno de la Cuarta Transformación en Quintana Roo.

LO QUE ESTÁ en juego en esta campaña tanto para Pech como para Laura no es el “interés público por sobre el interés privado” sino que se trata de su última oportunidad histórica de competir por la gubernatura luego de literalmente colarse en las candidaturas de sus respectivos partidos tras torcidas negociaciones políticas y económicas en las que la moneda de cambio fue el aspirante a la gubernatura Roberto Palazuelos, usado por el PRD y Movimiento Ciudadano “sólo para cotizarse más alto”.

LAS SUSPICACIAS se soltaron cuando el dirigente nacional del partido naranja, senador Dante Delgado anunciara que el actor no sería su candidato, a pesar de que las encuestas lo posicionaban con el 20 por ciento de las preferencias sin haber hecho nunca campaña; con ello MC y su dirigente nacional dejaron ir la gran oportunidad de hacerse del tercer estado de la república (además de Jalisco y Nuevo León) con un candidato verdaderamente competidor que podría ganarle a Morena y a su candidata. El propio Palazuelos ha hecho pública su versión denunciando que el PRD lo vendió y tiene la sospecha de que Movimiento Ciudadano también lo hizo. “Les di a ganar buenos millones”, ironiza.

PARA el actor, Laura Fernández representa regresar al pasado con los malos y voraces gobiernos del PRI, particularmente de Félix González Canto y Roberto Borge Angulo. Y el fundador de Morena en el estado, el Doctor Pech, como buitre a la espera de que cayera Palazuelos, sorpresivamente anunció su postulación por MC casi “al cuarto para las doce” de que se cerraran los tiempos del registro oficial de los candidatos a gobernador. Palazuelos opina que los dos sólo son parte de un juego que ya está arreglado, donde no hay oposición verdadera, todo es simulación, “va a ganar Mara Lezama y será lo mejor que pase”, opina.

DE QUÉ HABLAN Pech y Laura cuando vienen a ofrecer promesas de gobiernos democráticos, que velen por el bien común de los quintanarroenses, si sus trayectorias políticas las han construido como operadores de los gobiernos que han dejado a Quintana Roo en el estado en que se encuentra; y en el hipotético caso de que llegarán a ganar —prácticamente misión imposible— el gobierno seguirá siendo botín de los actores políticos de siempre, a los que el gobierno federal ya tiene identificados y no les va permitir que frustren el plan del Presidente Andrés Manuel López Obrador de convertir el sureste del País como su bastión político ahora que concluya su mandato. “Es algo que ya está pactado con los partidos de oposición”, observa Palazuelos.

@Nido_DeViboras