NIDO DE VÍBORAS

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NIDO AMLO REGAÑO

Por KUKULKÁN

MÁS ALLÁ de las cifras y el triunfalismo de ganadores, los resultados del pasado proceso electoral en Quintana Roo develan un rotundo rechazo a la política y a los políticos de parte del 60 por ciento de la población que decidió no acudir a las urnas a pesar de gozar de este legítimo derecho, que es un delicado asunto del que se deberían ocupar cuanto antes las nuevas autoridades. 

Y SI DE ESTAS cifras se hace el desglose del 40 por ciento que sí acudió a las urnas el pasado domingo 5 (poco más de 500 mil ciudadanos de 1 millón 300 mil registrados en la lista nominal), resulta que la opción encabezada por Mara Lezama Espinosa ganó la elección con poco más del 50 por ciento de estos votantes (285 mil aproximadamente); lo que ya traducido en números reales arroja que las nuevas autoridades de los Poderes Ejecutivo y Legislativo llegan al poder con el 20 por ciento del respaldo social.

ES DECIR, una legitimidad del 20 por ciento que no se había visto nunca antes en los resultados electorales para gobernador, lo que de entrada prende los focos rojos de la gobernabilidad que deberá garantizar el nuevo gobierno, entendida como la razonable capacidad de mando, conducción política y disciplina democrática que puede alcanzar la sociedad.

EL PRÓXIMO viernes Mara Lezama recibirá su constancia de mayoría como gobernadora electa y a partir de ahí contará con 76 días para diseñar un ambicioso programa de gobierno que aglutine a todos los sectores inconformes y a los actores estratégicos para robustecer la legitimidad que requiere a fin de procurar la armonía social que requiere la gobernabilidad. Ese programa de gobierno debe dar resultados con acciones convincentes durante los primeros cien días de gobierno.

MARA tiene en sus manos la posibilidad de pasar de ‘política’ a ‘estadista’, partiendo de que la primera se preocupa por la siguiente elección mientras la segunda lo hace por las siguientes generaciones. La designación de los integrantes de su gabinete, con gente capaz, honesta, respetable, profesional y probada vocación por el servicio público, será la prueba de fuego del nuevo gobierno del cual se espera elimine de una vez por todas el amiguismo, el compadrazgo y el nepotismo como criterios para la selección de los servidores públicos. 

PRONTO veremos desfilar las primeras listas (autorizadas y no autorizadas) de posibles nombres que ocuparán algún cargo en ese gran equipo que ofreció transformar Quintana Roo durante los siguientes cinco años, en los que debe reducir las desigualdades sociales que existen entre los habitantes del norte, que concentra la actividad turística, y el sur del estado donde el tiempo parece haberse detenido en paisajes de pobreza y marginación social.

@Nido_DeViboras