Por KUKULKÁN
EN la 4T hay de preferencias a preferencias, pero cuando ha sido notoria la ausencia del cariño presidencial para ganar privilegios políticos y hasta la protección ‘divina’ del inquilino de Palacio Nacional, no hay manera de que se salven de las llamas de la justicia aquellos políticos o políticas que le han fallado a la causa del nuevo régimen. Los negritos del arroz de siempre, aquellos políticos o políticas arribistas y simuladoras que alcanzaron algún cargo público gracias a la ola lopezobradorista de 2018, utilizando el poder sólo para medrar con el presupuesto público e hincharse los bolsillos y que hoy enfrentan procesos penales por la comisión de actos de corrupción.
POR CIERTO, si alguien ha visto o contactado últimamente a la ex alcaldesa y actual regidora del Ayuntamiento de Solidaridad, Laura Beristain Navarrete, por favor dígale que no finja demencia y dé la cara a la denuncia que enfrenta ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción por el delito de abuso de autoridad y ejercicio indebido del servicio público. El pasado jueves 14 de julio estaba programada la audiencia de formulación de imputación en su contra, bajo la Carpeta de Investigación 5/2022, pero la regidora no asistió y en su lugar envió un justificante médico psiquiátrico para evadir su responsabilidad, razón por la cual el juez difirió la audiencia hasta nueva fecha.
LA CARPETA en contra de Beristain Navarrete forma parte del primer paquete de denuncias por actos de corrupción, en la pasada administración, promovidas por el Síndico Municipal en razón del incumplimiento a los artículos 54 y 55 de la Ley de los Municipios del Estado de Quintana Roo. Los delitos consumados consistieron en que ‘funcionarios de la administración anterior se negaron a entregar las carpetas de información acerca del estado que guardaba la administración pública de Solidaridad al momento de terminar su encargo y ocultaron información sensible sobre el estado financiero de la hacienda municipal’.
LA ACTUAL alcaldesa de Solidaridad, Lili Campos Miranda, de extracción panista, ha insistido en que el asunto no se quedará en la impunidad, e inclusive su administración ya valora solicitar al juez alguna medida precautoria en contra de la imputada, que podría ser desde un arraigo hasta prisión preventiva juiciosa. A Beristain le aguardan otras 13 denuncias que están en el proceso de investigación e integración de los expedientes.
CUANDO se enteró de las investigaciones en su contra, Laura Beristain pretendió victimizarse en el centro del país atribuyendo su persecución a una supuesta ‘campaña de linchamiento’ en su contra orquestada por el gobernador Carlos Joaquín González, denuncia a la que se sumaron inicialmente la dirigencia nacional de Morena, a través de mensajes en sus redes sociales pero de las que pronto tuvieron que retractarse y bajar sus comentarios porque en Palacio Nacional tenían otros datos de la ‘joyita’ por la que estaban metiendo las manos.
PRETENDIÓ colarse hasta arriba para ver si el presidente Andrés Manuel López Obrador la podía recibir y sus alcances llegaron nada más al vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas, a quien se dice le pidió ayuda para revertir la campaña mediática en su contra lo que obviamente no sucedió y Beristain se ha tenido que rascar con sus propias uñas. Hasta entonces entendió Laura Beristain que no está en el ánimo del presidente y que no habrá quien la defienda de los jugosos actos de corrupción que disfrutó con sus hermanos Juan Carlos y Luz María para abultar el patrimonio familiar.
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LOS ADVERSARIOS del gobernador Carlos Joaquín González se equivocaron al apostar a que se retiraría como el ‘peor gobernador’ de Quintana Roo (algunos lo llamaron el ‘gobernador ausente’), cuyo estilo de bajo perfil lo advertían más bien frágil, pero el tiempo mostró que esa estrategia a él le resultó para seguir vigente en el gobierno de la Cuarta Transformación, como ya lo dejó entrever el presidente en su ‘Mañanera’.
PARA quien maneja las riendas del País, Carlos Joaquín ha sido un ‘buen gobernador’, ‘democrático’ y va seguir apoyando en la construcción del proyecto nacional en algún área aún no definida, pero que por su perfil turístico se ha especulado sobre la Secretaría de Turismo o Fonatur.
DE SER cierto, en caso de ocupar cualquiera de las dos serían las mejores dependencias, con poco presupuesto, pero de mucho reflector público con los proyectos de infraestructura a desarrollar en todo el sureste del país, la influencia de Carlos Joaquín dejará de ser estatal para ampliarse a regional. Su vocación de contador le dio la intuición de que más vale ‘sumar que restar y multiplicar que dividir’.
