Por KUKULKÁN
LA GOBERNADORA electa de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa ha dejado un agradable sabor de boca en el gabinete presidencial después del discurso de compromiso con los postulados del gobierno de la Cuarta Transformación que pronunció en el evento de destape de las ‘corcholatas’ presidenciales de Morena en la ciudad de Toluca, Estado de México.
AUNQUE el discurso fue más de lo mismo que machaca todos los días el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, (de ‘la corrupción se barre como las escaleras, de arriba para abajo’; ‘no mentir’, ‘no robar’, ‘no traicionar’; ‘el pueblo quita, el pueblo pone’; ‘primero los pobres’), la relevancia en el centro del país es que lo haya pronunciado la ‘corcholatita’ que el inquilino de Palacio Nacional defendió ante todo para llevarla a la silla principal del Palacio de Chetumal.
TAN APAPACHADA está Mara Lezama por el presidente que ella podría tirarse desde ahorita a la hamaca si quisiera, porque es una gobernadora que nacerá blindada de todo con un gran paquete de obras de infraestructura federal que sin duda harán historia no sólo en Quintana Roo, sino en el sureste mexicano, y que le alcanzarían para inmortalizar su nombre en las páginas de la historia, al lograr la hazaña de convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo.
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EL PRECIO que Mara Lezama deberá pagar por esta deferencia presidencial puede ser algo bajo, todo dependerá de su destreza para garantizar que en Quintana Roo se concluyan las obras magnas del presidente López Obrador antes de 2024, aun la más conflictiva del tramo 5 del Tren Maya, los aeropuertos de Tulum y Chetumal, así como el puente vehicular sobre la Laguna Nichupté en Cancún.
MARA sólo es otra pieza del ajedrez que Andrés Manuel juega para controlar la región sureste del País aun después de que concluya su mandato; le falta Yucatán para completar la porción geográfica que comprenden además los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Oaxaca y Quintana Roo, ya en poder de Morena.
DESDE el sureste, el Grupo Tabasco seguirá impulsando la Cuarta Transformación por eso la urgencia del presidente de llevar el desarrollo que se les ha negado por décadas, y Mara Lezama debe estar conectada por las venas con esos objetivos que de entrada le compartirán los mismos adversarios, a los cuales habrá que combatir y muchos de ellos son pesos pesados, así que se requerirá de estrategias inteligentes para evitar los menores inconvenientes a las obras del presidente.
EL GRAN aporte de Mara para Quintana Roo en esta etapa histórica será el aprovechar la simpatía que le guarda el presidente, gestionando los trámites y recursos necesarios para terminar con los problemas de inseguridad que se padecen todos los días, poner fin a las desigualdades sociales entre el norte y el sur del estado, acabar con la inseguridad jurídica en operaciones inmobiliarias.
HACIA lo social, Mara deberá garantizar la paz y armonía que se requieren para convivir lo mismo extranjeros de más de 100 países, que mexicanos de todos los estados de la República, comunidades con arraigadas raíces (nativos), así como habitantes de las zonas maya.
OTRA ventaja de Mara es que gobernará un estado tan generoso, que cuenta con los recursos naturales y materiales suficientes, como para ser autosuficientes tanto en lo social como en lo económico partiendo de la vocación turística. En Quintana Roo todo es muy caro porque todo se importa, nada se produce aquí y lo poco que se produce no se aprovecha, por ejemplo las hortalizas producidas por campesinos del sur del estado podrían cubrir la demanda de los hoteles, como una forma para activar la economía local. ¿Por qué no maquilar todos los productos textiles que ocupan los hoteles? Lo que falta es talento.
