Un comedor arcoíris con sazón y calidez

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Un comedor arcoíris con sazón y calidez
  • Integrantes de la diversidad sexual han logrado que el primer Comedor Comunitario LGBT+ Manos Amigues.
STAFF / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- A un año de trabajo, integrantes de la diversidad sexual han logrado que el primer Comedor Comunitario LGBT+ Manos Amigues -único en su tipo en la Ciudad de México y el País- proporcione 250 comidas diarias a personas en situación de vulnerabilidad, colocándose como un punto de apoyo y cobijo en la zona centro de la CDMX.

“No nos imaginábamos la aceptación y alcance que el proyecto iba a tener, debido a esto empiezo a cocinar los más de 40 kilos de comida desde las 8:00 de la mañana hasta el mediodía. Hago menús con carne, verduras, pasta y frijoles, y es algo que les gusta a todos. Intento que todo esté bien servido, llene y tenga muy buen sabor”, relató Alejandra Cuicahua, cocinera de este lugar.

Ale y sus compañeros preparan más de 40 kilos de comida al día, hacen limpieza, y acomodan mesas y sillas, al ritmo de música disco, pop y hasta reggaetón, contagiando de buen ambiente a sus comensales.

Ale, quien es cocinera desde hace 11 años, se unió a este proyecto el 27 de julio del 2021, cuando Brent Alberghini, a quien conoció como voluntario en otro comedor público del Centro Histórico, le propuso abrir su propia cocina para personas de la diversidad sexual que no tuvieran la economía para acceder a una alimentación digna.

“Cuando yo lo conocí estaba el tema del Covid-19 muy fuerte. De su dinero él armaba despensas para la comunidad que se habían quedado sin trabajo. Yo le decía que ya abriera su comedor, hasta que un día se animó y empezamos con unas ollas muy pequeñas, no teníamos mucho”, relató Ale.

Este comedor, ubicado en la Calle Pedro Moreno 133, Colonia Guerrero, fue instalado en lo que durante muchísimos años fue un taller mecánico, inició repartiendo 30 comidas al día con un valor de 15 pesos.

Los primeros en llegar fueron conocidos a los que Brent daba apoyo por formar parte de la comunidad LGBT+; sin embargo, poco a poco se fue corriendo la voz entre vecinos de la Guerrero, y tanto adultos mayores como personas en condición de calle comenzaron a formarse  para pedir una comida.

Poco a poco las filas se hicieron más largas, algo que difícilmente podían cubrir. Brent y Ale decidieron inscribirse al programa de comedores comunitarios del Gobierno de la CDMX, y fue así que cambiaron pequeñas ollas por unas de mayor capacidad.

Y aunque el servicio de ‘Manos Amigues’ inicia a las 13:00 horas, sus beneficiados apartan su lugar con una hora de anticipación.

El único requisito es pagar 11 pesos, ya que gracias al subsidio del gobierno pudieron bajar los precios, traer sus trastes para las raciones que cada comensal va a solicitar, y tener la mejor actitud. Ya que la discriminación no cabe en este pequeño comedor.

“Compro para mi hija y para mí, y son 22 pesos por dos comidas bien servidas, limpias y ricas. Y además, es un lugar acogedor y muy diferente, hasta el ambiente es distinto, hay música y ves como todos bromean”, comentó Jorge Medina, quien quedo desempleado.

El comedor funciona de lunes a viernes, pero los fines de semana se convierte en un centro cultural tanto para la comunidad LGBT+, como para el público en general.  Algo que le da vida al viejo barrio de la Guerrero y que también forma un ambiente de inclusión entre los vecinos.

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