- Vitivinicultores, enólogos, asociaciones civiles, académicos y chefs lanzaron ayer la campaña “Rescatemos el Valle” en Guadalupe, Nuevo León.
ALINE CORPUS / AGENCIA REFORMA
ENSENADA, BC.- Vitivinicultores, enólogos, asociaciones civiles, académicos y chefs lanzaron ayer la campaña “Rescatemos el Valle”, tras alertar que entre 2014 y 2019 el Valle de Guadalupe perdió 18 por ciento de tierra agrícola y en su lugar han proliferado casas habitación, bares y centros nocturnos.
“De las 5 mil 445 hectáreas cultivables que había en 2017, el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) de Ensenada prevé que quedarán menos de la mitad (2 mil) en 2027”, indicó un informe dado a conocer por los promotores de la campaña en Baja California.
“El mismo pronóstico estima que para 2037 no quedará una sola de esas tierras de cultivo que han puesto a dicha zona del estado en el panorama vitivinícola nacional e internacional”.
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Con la ausencia de ejidatarios de la zona, los activistas llamaron a los tres niveles de Gobierno para que regulen el crecimiento urbano al considerar que hay una “depredación impune” con mayor afectación en los últimos cinco años.
En conferencia de prensa, Fernando Pérez Castro, propietario de las vinícolas Lomita y Finca la Carrodilla, y actual Presidente del Consejo Estatal de Productores de Vid de Baja California, dijo que una buena parte del urbanismo en el Valle está fuera de la ley.
“El Valle está en riesgo, porque en los últimos cinco años ha habido una urbanización y una depredación impune, se han construido antros, centros nocturnos, y fraccionamientos, conciertos masivos, se ha lotificado y vendido la tierra”, lamentó.
Como ejemplo se mencionó la clausura por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente del “Foro APM”, por desmontar 16 hectáreas de vegetación en zona agrícola y de conservación.
El 75 por ciento de la producción nacional de vino está en el Valle de Guadalupe, la cual contribuye con el uno por ciento del PIB agrícola.
La derrama económica generada por el enoturismo en Baja California significa 3 mil 600 millones de pesos, con una recaudación de impuestos de 165 millones de pesos.
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