La herida que no cierra

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La herida que no cierra
  • Lizeth Díaz, maestra de Español del Colegio Rébsamen, no ha logrado recuperar su empleo como docente de primaria.
DANA ESTRADA / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- Lizeth Díaz, maestra de Español del Colegio Rébsamen, no ha logrado recuperar su empleo como docente de primaria.

La profesora aseguró que no ha superado la tragedia del 19 de septiembre de 2017, cuando perdió a nueve estudiantes en el derrumbe. Ahora, se dedica a sus dos hijos, quienes hace cinco años también eran alumnos de la institución.

Minutos antes de las 12:19 horas, tiempo pactado para el megasimulacro, Lizeth llegó al colegio para abrazar a los papás de los niños y ofrecerles el pésame. Entre sus estudiantes, estuvo la pequeña Paola Jurado, quien tenía 7 años; su papá, Alejandro Jurado, estaba ayer entre la multitud.

“Yo no sabía si venir porque es un día muy triste. De Paola tengo grabado su olor, su voz, su imagen, porque siempre llegaba muy temprano, vestida con un abriguito y super peinada. A veces, en las mañanas se me cerraba el salón y no había llaves, y el señor Jurado metía a Paola por la ventana para que nos abriera. Era muy aplicada y amable”, recordó Díaz.

Sin embargo, lo que tiene presente la mayor parte del tiempo es cómo ocurrió todo aquel 19S.

Ella se encontraba en la sala de maestros, junto con. otras compañeras, calificando tareas y trabajos de la clase. De pronto, una compañera avisó que estaba temblando, porque ese día la alerta sísmica no sonó.

La docente salió a prisa al patio y quiso buscar a su hijo, quien iba en primero de kínder, y a su hija, de cuarto año de primaria. Pero, en el trayecto vio cómo se caía parte de un edificio, donde estaba uno de ellos.

“Lo que recuerdo es muy borroso. Entré en shock porque el temblor era muy fuerte. Todos corrían, pero lo que sí tengo muy presente es que no pude ayudar, no pude hacer nada, y eso me duele mucho, porque nueve niños que fueron mis alumnos el ciclo escolar anterior murieron”, relató. 

El 19S fue el último día de trabajo de Lizeth. En primer lugar, quedó desempleada porque la directora del Rébsamen, Mónica García Villegas, se dio a la fuga y el colegio quedó cerrado. En segundo, porque sus dos hijos y ella quedaron muy lastimados.

La también madre de familia tuvo que quedarse en casa cuidando sus hijos, ya que no podían dormir por los recuerdos.

“Siempre quise ser maestra, pero no me siento lista para regresar. Quisiera hacerlo cuando esté segura que puedo guiar y ayudar a mis alumnos, pero ahorita no es mi tiempo, no me animo a dar el paso”, explicó.

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