- La Laguna de Xico se ha convertido en una zona de tiraderos clandestinos de cascajo.
EDUARDO CEDILLO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- La Laguna de Xico se ha convertido en una zona de tiraderos clandestinos de cascajo, por lo que sindicatos constructores han aprovechado el espacio arrojar sus desperdicios.
Esto pese a que en 2004, el Parque Estatal Santuario del Agua de Xico fue declarado como Área Natural Protegida (ANP) por el Estado de México.
REFORMA publicó, en noviembre de 2020, el crecimiento de un tirado clandestino de cascajo y basura en la Colonia Ampliación Santa Catarina, en los límites del Edomex con la Ciudad de México, donde decenas de camiones depositaban desechos y amenazaban las lagunas. Tras el reporte, el tiradero fue clausurado.
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Sin embargo, un año después, una de las lagunas comenzó a ser rellenada por desperdicios de la construcción.
En diversas ocasiones, expertos y autoridades han señalado que este sitio es la ruta de los constructores del Valle de México para deshacerse del cascajo. La Ciudad de México produce hasta 14 mil toneladas de esta basura, utilizando tiraderos clandestinos para su depósito.
Pero el almacenaje de desechos no ha sido el único problema. Recientemente, a un costado de la construcción del Museo de la Ciencia de Valle de Chalco, un grupo de personas comenzó a aplanar el cascajo, fraccionó el terreno y puso a la venta terrenos de 120 metro cuadrados por 300 mil pesos.
“Estamos dañando los ecosistemas (los constructores) y además estamos generando un problema adicional, que es construir estructuras sobre bases que no tienen la capacidad para recibir edificaciones”, indicó Gerardo Gutiérrez, presidente de la Asociación Asociación Mexicana de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición (AMRCD).
Explicó que los desechos de la construcción contienen aceites y solventes que se emplean en esta industria. Al depositar el cascajo en el suelo, la lluvia hace que estos se dirijan a los mantos freáticos.
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