Por KUKULKÁN
EN EL CÍRCULO político más cercano del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la gobernadora Mara Lezama Espinosa se ha ido ganando un lugar de considerable respeto a partir de las constantes manifestaciones de apoyo que recibe del inquilino de Palacio Nacional cada 15 días que visita la Península de Yucatán para supervisar el avance de las obras del Tren Maya. ‘Mara es una extraordinaria gobernadora y tiene todo mi apoyo’, reparte mientras ella lo acompaña durante sus recorridos por Quintana Roo y va escuchando las recomendaciones del ‘gran político humanista’. Ambos han construido una relación de ‘maestro’ y ‘alumna’ aplicada provocando celos de otros gobernadores (as) a los que también visita, pero no con la misma frecuencia y ‘favoritismo’.
LAS MUESTRAS de afecto, cariño y preferencia hacia Mara Lezama se han reflejado en lo financiero. Tan sólo para arrancar su mandato, en medio de la política de austeridad a la gobernadora quintanarroense se le autorizó un incremento de 7 mil millones del Presupuesto de Egresos 2023, para quedar en 41 mil millones de pesos, lo cual es histórico porque por primera vez se destinarán directamente dos mil millones de pesos para gasto social. Además, la federación invertirá otros 35 mil millones de pesos para diferentes proyectos de infraestructura urbana, entre ellos el Tren Maya y el aeropuerto de Tulum.
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EN EL GABINETE federal se dicen sorprendidos del poder de convencimiento de Mara Lezama sobre el Presidente en el escrupuloso tema de la distribución de los recursos públicos, lo que no ocurre con otros gobernadores. Desde que fue presidenta municipal de Benito Juárez en 2018, la actual gobernadora se encontró con que la gama de conflictos sociales existente no se podía resolver más que con dinero y entonces se propuso convertirse en una gestora incómoda ante la federación para traer más recursos a los estados y aplicarlos en beneficios para los ciudadanos.
ESA IMAGEN de mujer persistente es la que tienen hoy funcionarios federales a quienes la gobernadora ha visitado en los últimos cuatro meses para solicitar alguna gestión de recursos. Mara ha sabido construir su estrategia a través de dos vías: primero plantea ante el Presidente sus proyectos y él le orienta el camino a seguir en el escalafón del organigrama del gobierno federal; ya con todo ese bagaje, ella va y plantea los temas ante los secretarios y directores correspondientes. Por ejemplo, apenas tenía unos días de haber asumido el cargo en septiembre pasado, Mara se apersonó en las oficinas de Ariadna Montiel Reyes, secretaria del Bienestar, para solicitar aumentos en las becas de los adultos mayores y personal con alguna discapacidad permanente.
HACE un par de semanas, gobernadora y secretaria anunciaron en Cancún el incremento del 25 por ciento en las becas para adultos mayores, de 3 mil 850 bimestrales recibirán 4 mil 800; y las becas para personas con alguna discapacidad permanente pasarán de 2 mil 800 en el bimestre a 2 mil 950 pesos. Algunos secretarios del gabinete federal se han atrevido a solicitarle a la gobernadora convencer al Presidente en tal o cual tema porque con nadie de ellos se ve tan frecuente como con ella por la obligada supervisión de la obra del Tren Maya y su compromiso de inaugurarlo en diciembre entrante, lo que adversarios de la 4T ven imposible.
EN EL EQUIPO de la jefa del gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo han hecho futurismo político y ven a la gobernadora de Quintana Roo como una colaboradora ‘muy cercana’, en caso de que la ‘corcholata’ predilecta de López Obrador se convierta en la próxima Presidenta de la República. La predilección presidencial del Presidente hacia Mara fue notoria ayer domingo 5 de febrero durante la ceremonia por los 106 años de promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Querétaro al que asistieron los representantes de los poderes del estado, el gabinete federal y los gobernadores. En la foto oficial con los mandatarios estatales, López Obrador mantiene a la gobernadora del lado izquierdo, muy cerca del corazón dicen los envidiosos.