La paz marchita

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La paz marchita
  • El ahuehuete de Reforma se encuentra en estado tan crítico que será trasladado a un vivero.
IVÁN SOSA / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- El ahuehuete de Reforma -considerado hace nueve meses por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, como símbolo de la justicia y la paz-, se encuentra en estado tan crítico que será trasladado a un vivero.

La palma de más de 100 años que estaba en la glorieta murió por una plaga. Para sustituirla, se plantó el árbol de 20 años.

“Quisiera que recordáramos a este ahuehuete de diferentes formas, pero una de ellas es con la grandeza de México, lo que es nuestro País, lo que es nuestra patria; nuestra historia, desde sus culturas originarias hasta lo que representa hoy, con la Cuarta Transformación”, aseguró entonces la Mandataria.

A pesar de la demanda de agua requerida para su riego, la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) decidió plantar otro ahuehuete en la glorieta de Paseo de la Reforma. Esto debido a que fue la especie ganadora en el sondeo levantado entre capitalinos.

“El tipo de suelo drena bastante bien. Entonces, aquí requiere un poquito más de agua que si estuviera en un suelo con arcilla”, explicó Adrián Cavazos, propietario de Viveros Los Encinos, de Nuevo León, que donó 124 ahuehuetes a la Ciudad de México, en mayo pasado.

Por la falta de una red de riego sobre Reforma, fue improvisada la instalación subterránea de dos tinacos para abastecer el ahuehuete.

Este riego fue colocado semanas después de sembrar el árbol, el 7 de junio de 2022, para sustituir a la palmera de la Glorieta de la Palma.

“Si el árbol está en plena brotación, que tenga bastante hoja, pues va a consumir más agua”, comentó Cavazos.

“Lo que consumiría aproximadamente (va) desde 90 hasta 180 litros al día”, indicó.

Adicionalmente, hay que mantener húmedo el radiante en torno al ejemplar, por el crecimiento de las raíces.

“Entonces, hay que regar aproximadamente 400 litros alrededor, es lo que recomendamos”, subrayó.

Debido a las restricciones para regar con caudales potables, el agua que se requiere es tratada, pero debe llegar bien saneada”.

“Que no traiga metales pesados, eso ya se estaba cumpliendo”, aseguró el propietario del Vivero.

La prueba de que los ahuehuetes subsisten es la Glorieta de la Diana, pues 24 ejemplares fueron plantados a finales del siglo pasado y continúan, agregó.

En la Glorieta ya comenzó a excavarse para extraer el árbol. En tanto, será reemplazado el suelo debido a los hongos detectados en las raíces para que, antes de concluir marzo, el nuevo ejemplar esté insertado en el mismo sitio, expuso el especialista de la Sedema, Isidro Recillas.

La Secretaria de Medio Ambiente, Marina Robles, planteó que uno de los ahuehuetes del mismo tamaño fue sembrado en el Museo Anfibium del Zoológico de Chapultepec y creció sin complicaciones.

“No tuvo ninguno de estos incidentes como el que vivió la Glorieta”, puntualizó Robles.

También, el director del Sistema de Áreas Naturales Protegidas, Rafael Obregón, descartó que la plantación del primer ahuehuete hubiera fallado.

“Hubo raíces que se rompieron, provocado por el choque de un vehículo con uno de los tensores, fue un accidente con dolo”, precisó Obregón.

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