Por KUKULKÁN
EL RUMOR de que Jorge Emilio González Martínez, el denominado ‘Niño Verde’ se debatía entre la vida y la muerte a causa de complicaciones tras una cirugía por cáncer, generó la semana pasada más de un escenario de especulaciones sobre el futuro político que le depararía a la entidad que hoy cogobierna Morena con el Partido Verde Ecologista, después de dos décadas de infructuosos intentos del líder moral verde ecologista por colarse como candidato a gobernador de Quintana Roo, aspiración que sin embargo se vino abajo desde 2004 cuando lo ‘chamaquearon’ exhibiendo imágenes de video en el momento en que pactaba un presunto cohecho, lo cual se cayó por sí solo al no demostrarse que estuviera recibiendo fajos de dinero, todo era de palabra.
EL ESCENARIO más trágico plantea que ante la total ausencia de Jorge Emilio (en sentido figurado), Quintana Roo entraría en una etapa de darwinismo político que desatará una lucha feroz por el poder de la que sobrevivirán los más aptos o los que mejor estén adaptados a las circunstancias del momento. Los acuerdos entre los partidos integrantes de la alianza ‘Juntos haremos Historia’, a nivel federal, le han permitido al ‘Niño Verde’ controlar las finanzas públicas de los municipios de Benito Juárez y Puerto Morelos, y aparentemente también las del gobierno del estado, pero le han faltado los operadores políticos para imponerse en un ecosistema dominado por la gobernadora Mara Lezama quien cuenta con el respaldo más importante, el del presidente Andrés Manuel López Obrador.
SIGUIENDO con la misma teoría del sabio inglés Charles Darwin (1809-1882), si faltara Jorge Emilio, durante la etapa que viene la clase política local entraría en un proceso de selección natural de las especies donde todos tienden a desarrollar cambios y variaciones para adaptarse a las nuevas circunstancias, a fin de perpetuarse o desaparecer de acuerdo con el grado de compatibilidad que alcancen dentro del actual ecosistema político. A juzgar por los más recientes resultados electorales para gobernador en 2022, el partido del tucán se convirtió en la segunda fuerza política con más de 100 mil votos que aportó al triunfo de la gobernadora Mara Lezama Espinosa y respaldado con esas cifras le disputan hoy a Morena, de igual a igual, el reparto de cargos públicos así como el paquete de candidaturas que competirán para 2024 por presidencias municipales, diputaciones locales, senadores, diputados federales y presidente de la República.
TANTO en Morena como en el Verde hay polos extremos que se repelen entre sí y que buscan eliminarse de cara a los procesos de selección interna que se avecinan, inclusive se ha hablado de la posibilidad de ir solos donde no se lleguen a acuerdos. En medio de esa vorágine, en cinco meses de gestión Mara Lezama se ha convertido en la líder natural de la Cuarta Transformación en la entidad, con el apoyo absoluto de los Poderes Legislativo y Judicial, además de la excelente relación con la federación. Es decir, todos los astros alineados en la cosmogonía política de la gobernadora quintanarroense quien se ha logrado colar en los reflectores nacionales como publicista principal del Proyecto del Tren Maya, particularmente los tramos que abarcan territorio del estado de Quintana Roo. Para donde uno voltee, no hay otro liderazgo visible en la entidad que el de Mara y en ella sin duda recaerá, a pesar del ‘Niño Verde’, la decisión de elegir no sólo candidatos a presidentes municipales y diputaciones locales, sino que influirá en la selección de los quintanarroenses que competirán por un escaño en el Congreso de la Unión durante el próximo gobierno federal.
LA CLASE política de Quintana Roo históricamente ha sido muy volátil y a pesar de intentos de anteriores gobernantes por perpetuarse, ningún grupo político ha prevalecido más allá de los períodos de gobierno correspondientes. La entidad vive en constante ebullición de cuadros emergentes que la gobernadora busca reclutar para que se conviertan en futuros operadores del Gobierno de la Cuarta Transformación. Esa tarea le fue asignada a uno de sus más cercanos colaboradores, Jorge Sanen Cervantes, quien desde la presidencia del Consejo Estatal de Morena será el responsable de aprobar los perfiles que deben reunir los interesados en competir por alguna candidatura. Tras días de especulaciones sobre el desenlace de la salud de Jorge Emilio, ayer hubo por ahí otras voces que confirmaron la intervención quirúrgica, pero rechazaron la gravedad del caso reportado inicialmente. ‘Se recupera satisfactoriamente’, según diagnóstico.
