Por KUKULKÁN
NADIE sabe, nadie supo y muy probablemente nadie sabrá en qué se aplicaron los más de 2 mil millones de pesos que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de Quintana Roo, que encabeza Rosaura Villanueva Arzapalo, reportó como recuperación de la lucha contra la corrupción cometida durante el mandato del gobernador Roberto Borge Angulo mediante el saqueo del patrimonio inmobiliarios del gobierno del estado. Según las cifras de la dependencia, de este universo sólo 350 millones 306 mil 465 pesos (el 19.5 por ciento) fue en efectivo y el resto en propiedades decomisadas.
EL PAPEL desempeñado por la Fiscalía durante el pasado gobierno de Carlos Joaquín González ha quedado en tela de juicio luego de su fracaso legal porque a la fecha no hay en la cárcel uno solo de las dos docenas de ex funcionarios borgistas procesados por participar en el saqueo, algunos encarcelados temporalmente y otros ‘en fuga’ al parecer pactada con las propias autoridades. La mayoría la libraron por la caducidad de los delitos imputados, otros aceptaron cooperar con la autoridad para tener beneficios. Y aunque en redes sociales se ha denunciado que hay varios inmuebles cuyo valor ha sido inflado sobre el costo real, para la espectacularidad mediática.
QUIEN pa’ pronto se lavó las manos sobre alguna posible investigación para verificar lo informado por la Fiscalía anticorrupción, fue el diputado presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso, Renán Sánchez Tajonar al advertir que mientras no exista una solicitud formal o alguna denuncia, no habrá investigación. “Nosotros fuimos respetuosos de lo que fue el informe de la fiscal anticorrupción, ante cualquier queja o reclamo donde le soliciten al Congreso su intervención nosotros vamos a estar atentos a estos temas, pero hasta ahora no ha habido denuncias”. Así que los quintanarroenses no sabremos, aunque tengamos derecho a la información, cómo se aplicaron esos recursos y cuál es el estatus de los inmuebles.
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CON BASE en cifras oficiales del gobierno de Quintana Roo, espera para esta temporada de Semana Santa 2023 —que corre del 2 al 16 de abril— el arribo de más de un millón 250 mil turistas entre nacionales e internacionales para quienes se está ofertando un abanico de 12 destinos de playa y 11 municipios donde los visitantes tienen otras opciones de turismo que no tiene qué ver con sol y playa. Hay motivos para tener elevadas las expectativas: tan sólo el pasado mes de enero la afluencia turística a la entidad registró un millón 950 mil 294 en todos sus destinos, siendo Holbox y Bacalar los predilectos al casi triplicar las preferencias.
LAS CIFRAS son significativas si se toma en cuenta que en 2022 —año de la recuperación económica tras el confinamiento por la pandemia— los números apenas alcanzaron los 100 mil visitantes, apenas el 10 por ciento de lo que se espera a partir de esta semana. La gobernadora Mara Lezama Espinosa, cuyo gobierno impulsa un turismo con justicia social, celebró las proyecciones: “Las estadísticas nos marcan que será un gran 2023 para los destinos de los 11 municipios, ha crecido hasta en un 25 por ciento el número de visitante a las zonas arqueológicas. Nuestros turistas podrán disfrutar de las playas azul turquesa, o bien interactuar, conocer las tradiciones ancestrales, recorrer la naturaleza y conocer el legado del pueblo maya”.
EL RETO de la gobernadora es lograr que el turismo se interese por los sitios del centro y sur de la entidad (en el norte Cancún, Isla Mujeres, Cozumel y Playa del Carmen acaparan el mercado). Lugares sobran: por ejemplo, Maya Ka’an, una hermosa región del centro del estado donde es posible conocer el legado histórico y cultural del pueblo maya. Esta región ofrece una gran variedad de atractivos entre los que destacan principalmente: Punta Allen, Muyil, Punta Herrero, Felipe Carrillo Puerto, Señor, Tihosuco, Kantemó, donde pueden vivir la experiencia de entrar a una cueva de serpientes colgantes y Chunhuhub, con edificaciones mayas y vestigios coloniales e históricos.
