NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

LA ASPIRACIÓN de Jorge Aguilar Osorio a convertirse en presidente municipal de Benito Juárez data de sus épocas como secretario de Obras y Servicios Públicos en esta demarcación (2011-2013), quizás cuando más cerca estuvo de acariciar este sueño al que finalmente sucumbió ante el poder destructor ejercido por el gobernador en turno Roberto Borge Angulo contra el entonces alcalde perredista Julián Ricalde Magaña, víctima de persecución política como estilaba el priista hoy encarcelado por el saqueo del patrimonio inmobiliario del Gobierno del Estado de Quintana Roo.

COMO premio de consolación, Aguilar Osorio fue electo diputado de la XIV Legislatura del Congreso del Estado y a partir de ahí las oportunidades para cristalizar su sueño se le fueron esfumando, una a una, porque las circunstancias no le favorecieron. En 2016 se quedó nuevamente en el intento, se convirtió en dirigente estatal del PRD y volvió a reactivarse en la función pública en 2018 con la llegada de Mara Lezama Espinosa a la presidencia municipal, previa renuncia a su militancia partidista, para desempeñarse como secretario general del ayuntamiento, cargo que le duró dos años ante la desconfianza y las reiteradas confrontaciones con su jefa. La justificación oficial fue que sería coordinador de asesores del gabinete municipal.

TODAVÍA en 2020, sin partido que lo arropara, amagó con participar en el proceso de 2021 por la vía independiente, pero nada tenía qué hacer ante la reelección de una empoderada Mara Lezama quien en el camino solicitó licencia para participar como candidata y ganar la gubernatura. En su lugar, la silla municipal fue ocupada desde septiembre pasado por Ana Patricia Peralta de la Peña, quien supuestamente propuso a Jorge Aguilar para regresar como secretario general del ayuntamiento, aunque todas las señales indican que fue una negociación política con la gobernadora y que él aceptó jurando lealtad, aunque ello lo tenga atrapado en la peligrosa disyuntiva de, quién a dos amos sirve, con uno queda mal.

ANTE el desconocimiento de Ana Paty en la administración pública, el verdadero operador del ayuntamiento es Jorge Aguilar (que empezó como director general de Desarrollo Social, director general de Desarrollo Económico, secretario municipal de Obras Públicas y Servicios, y dos veces secretario general de gobierno) pero eso a él no lo tiene satisfecho a pesar de que, una y otra vez, la realidad le ha confirmado que es un ‘Buen Dos’, nunca será un ‘Buen Uno’. Y no por falta de capacidad sino de arrojo. Aun así, él sigue obsesionado con su sueño y ha echado andar su campaña de promoción personal en medio de un escenario en el que los partidos de la alianza en el poder ya tienen sus propios candidatos para cubrir las once presidencias municipales a disputar en 2024.

EL PODER se pelea con todo y tanto Morena como el Partido Verde Ecologista, de la alianza ‘Juntos Hacemos Historia’ con el PT, quieren todo el pastel electoral para sus filas y en el supuesto de que se modifique el género para que la competencia electoral se dé entre hombres, la lista de aspirantes está nutrida: el partido del tucán impulsa al desprestigiado Pablo Bustamante Beltrán; por Morena aspira el diputado Humberto Aldana Navarro y el diputado Hugo Alday Nieto por el partido de la hoz y el martillo. Para empezar no se ve que alguno de estos partidos lo vaya a postular por más experiencia probada que tenga… y, bueno, el que nace para ‘topo’ se queda en los subterráneos.

@Nido_DeViboras