Por KUKULKÁN
AHORA se sabe que el magistrado Carlos Lima Carvajal, quien se promueve como el mandamás del Poder Judicial en Quintana Roo, también tiene el poder supraconstitucional de poner (¿y quitar?) gobernadores según se deduce de sus propios dichos durante la reunión sostenida en febrero de 2021 con el rumano Florian Tudor y otros personajes políticos y empresarios quintanarroenses a quienes una investigación del FBI los estaba involucrando en una red internacional de clonación de tarjetas cuya base de operaciones es Cancún.
POR aquella fecha Lima Carvajal se jactaba en público y en privado de tener mucha influencia en el poder estatal por haber ganado ante el tribunal federal electoral los conflictos legales que se atravesaron en la carrera política de Mara Lezama Espinosa, iniciada como alcaldesa en 2018 para convertirse en gobernadora en 2022, relación que el magistrado presumió con Tudor para convencerlo de que estaban con él, fuertemente respaldados y con un futuro prometedor por delante: ‘La vamos hacer gobernadora, no es la primera vez que haríamos a alguien gobernador’, aseguró Lima.
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PERO en la misión de poner gobernadores no iba sólo, lo acompañaba Marco Lozano Ocman quien desde entonces se presentaba como el estratega de comunicación de la campaña de Mara Lezama: ‘Va a ser nuestra gobernadora y te prometo que yo voy a ser vicegobernador’, fanfarroneó Lozano para secundar al magistrado Lima y ambos ofrecieron al rumano instalar cajeros automáticos de la empresa de Tudor en todo el estado, sin ningún problema, una vez que llegarán al poder. Eso nunca pasó porque Lozano a quien en realidad apoyó en su campaña fue a la candidata derrotada Laura Fernández Piña.
DURANTE la reunión Tudor manifiesta su reiterado temor de que el gobernador Carlos Joaquín González sea el operador directo de la persecución en su contra a pesar de que en una audiencia privada el ahora ex mandatario le había ofrecido ayudarlo y lejos de eso, la persecución no sólo se había intensificado, sino que ya lo estaban involucrando con personajes con los que jamás había tenido acercamiento. Pero el magistrado Lima le insistió que el responsable directo era su coordinador de gabinete Juan de la Luz Enríquez Kanfachi, interesado en hacerlos a un lado del equipo de campaña de Mara para perpetuarse en el poder.
‘ES Juan de la Luz y te voy a decir el por qué, porque él quiere tener el control del pinche proceso; no es el gobernador (Carlos Joaquín) porque a mí directamente él me ha dicho que ayude a Mara, o sea es un pinche balazo en el zapato ¿Quién nos va a joder? Nos va a joder Juan, él quiere ser el único que ayude a Mara, o sea él lo que quiere es perpetuarse’, argumenta Lima en la reunión donde se planeó la ejecución de Juan de la Luz incurriendo en graves responsabilidades legales que ameritan su inmediata separación del cargo.