Por KUKULKÁN
DESPUÉS de figurar entre las ciudades con más homicidios dolosos del país, Cancún ha experimentado un cambio notable en las estadísticas de este tipo de incidencias delictivas que se ven reflejadas en los resultados de la reciente Encuesta Nacional de Seguridad, que detallan una disminución significativa de asesinatos. Este logro no es casualidad, sino el resultado de una serie de factores que han convergido para hacer del principal destino turístico del Caribe un lugar más seguro.
UNO de los pilares clave en esta lucha contra la violencia ha sido la denuncia ciudadana. Los residentes de Cancún han demostrado valentía al denunciar actividades delictivas, colaborando estrechamente con las autoridades para identificar y detener a los responsables. Esta participación activa de la comunidad ha generado un ambiente de cooperación fundamental para la prevención de delitos.
TAMBIÉN han influido las estrategias de cero tolerancia al delito y limpia de malos elementos policiacos implementadas por la Fiscalía General de Justicia, lo que ha permitido responder de inmediato cuando se denuncia presuntos delitos. En este proceso, se han sancionado a 180 policías por participar en actos de corrupción y el compromiso del fiscal Raciel López es castigar a los responsables cuando se tengan los elementos suficientes para ello.
ADEMÁS, el estado de Quintana Roo ha implementado estrategias efectivas de prevención del delito. Estas estrategias no sólo se centran en la respuesta a incidentes, sino también en abordar las causas subyacentes de la criminalidad. Los programas de apoyo social han proporcionado oportunidades a jóvenes en riesgo, ofreciendo becas de estudio y apoyo laboral. Estas iniciativas han alcanzado a miles de jóvenes, brindándoles alternativas positivas a la delincuencia.
TAN SÓLO del programa ‘Jóvenes Construyendo el Futuro’, en la entidad se ofertaron 25 mil 356 vacantes y 6 mil 27 espacios de trabajo, cubiertos en su totalidad. Estas becas no sólo han contribuido a reducir la tentación de involucrarse en actividades delictivas, sino que también han empoderado a la juventud, brindándoles herramientas para un futuro más prometedor.
OTRO pilar de este cambio es que la coordinación entre las fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno, la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina ha sido excepcional. Esta colaboración ha permitido una respuesta más efectiva ante situaciones de riesgo, así como la desarticulación de grupos delictivos. La presencia de estas fuerzas en la región ha disuadido a aquellos que buscan cometer actos criminales.
SI BIEN las cifras son alentadoras, es importante mantener el impulso en la lucha contra la violencia. Cancún ha demostrado que es posible reducir la incidencia de asesinatos mediante la denuncia ciudadana, estrategias de prevención, programas de apoyo social y una coordinación efectiva entre las fuerzas de seguridad. Este éxito es un recordatorio de que la comunidad, el gobierno y las fuerzas del orden pueden trabajar juntos para crear un entorno más seguro y próspero para todos los habitantes de Cancún.
