NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

QUIEN debe estar conflictuado y pegando rabietas debe ser el líder nacional del PAN, Marko Cortés al no concebir la gran incongruencia política de sus gobernadores de Querétaro y Yucatán, Mauricio Kuri y Mauricio Vila, respectivamente, que contrario al discurso oficial de panismo de abierta confrontación contra el gobierno de la Cuarta Transformación, ambos coinciden en tener una excelente relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador y hasta le agradecen su apoyo para impulsar obras de beneficio para sus estados.

PARA el electorado, que está a la expectativa, resulta una contradicción y hasta una mala señal que en medio del panorama político nacional cuya confrontación no ha bajado de tono en cinco años, los dos gobernadores mejor calificados del PAN por mantener sus estados en los mejores índices de crecimiento económico y seguridad, como son Querétaro y Yucatán, se conviertan voluntariamente en los voceros de obras y programas del gobierno de la 4T en contraste con la actitud crítica y hasta grotesca de Marko Cortés.

ESTO enciende las luces de alerta al interior del PAN que ni siquiera logra convencer a sus gobernadores y busca hacerlo con el electorado que, confundido por estos mensajes distorsionados, observa la gran incongruencia. Ya hay muchos que quisieran pasar por la hoguera a los Mauricios, quienes han optado por un enfoque pragmático al trabajar con el gobierno federal. Han elogiado proyectos conjuntos y mantenido una buena relación institucional. Esto no solo es un signo de madurez política, sino que también beneficia a sus estados al asegurar el flujo de recursos y proyectos federales.

OJALÁ y esto fuera un capítulo de gran enseñanza para las páginas de la historia política nacional: la capacidad de los gobernadores panistas para separar la política partidista de los asuntos gubernamentales, debía de ser un ejemplo de cómo la cooperación puede superar la polarización. Es crucial que, en un entorno político diverso, los líderes partidistas consideren el bienestar de la población por encima de las diferencias ideológicas. La coexistencia pacífica y la colaboración en proyectos que beneficien a todos los mexicanos deberían ser el objetivo final.

ESTE ejemplo, bien podría ser un modelo para otras regiones y partidos que de plano prefirieron romper con el gobierno federal por diferencias ideológicas, sin importar que sus habitantes pagarán las consecuencias. Sin embargo, la posición de Marko Cortés contrasta en gran medida con la de sus propios compañeros de partido. Su constante crítica al presidente López Obrador no hizo más que socavar la posibilidad de un diálogo constructivo y la cooperación en beneficio de la ciudadanía

A OCHO meses de que concluya el gobierno de López Obrador, no hay señales en sentido de que la intensidad vaya a bajar de volumen, por el contrario, va ir arreciando conforme se acerque la jornada electoral. Por el momento, los más confundidos con estos dobles mensajes son los habitantes de Querétaro y de Yucatán que no saben si hacerle caso al líder nacional panista que llama a cerrarle el paso al gobierno de López Obrador por destruirán país; o a sus respectivos gobernadores que no dejan de agradecer las obras y el apoyo del gobierno federal.

@Nido_DeViboras