NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

EN UN MUNDO donde la política se mueve a ritmos desiguales, la gobernadora Mara Lezama Espinosa demuestra que la sincronización no es sólo un arte, sino una ciencia política en sí misma. La aprobación casi simultánea de reformas legislativas a nivel federal y estatal para fortalecer la seguridad en destinos turísticos no es mera coincidencia; es el resultado de una visión estratégica y una capacidad para anticiparse a los movimientos del tablero político nacional.

LA SESIÓN legislativa en San Lázaro y en el Congreso de Chetumal, aunque separadas por la geografía, fueron unidas por un hilo conductor: la urgencia de proteger uno de los pilares fundamentales de nuestra economía, el turismo. Al mismo tiempo que los diputados federales votaban a favor de reformas para coordinar esfuerzos entre los tres niveles de gobierno, en Quintana Roo, se daba un paso paralelo: la aprobación de medidas para garantizar la integridad de turistas y visitantes en el estado.

EN LA CAPITAL del país, la sesión legislativa se vio marcada por un consenso casi unánime, con 444 votos a favor y una sola abstención, para modificar aspectos clave de la Ley General de Turismo. Estas reformas, ahora en camino al Senado para su ratificación, buscan establecer una coordinación más efectiva entre la Secretaría de Turismo, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y los gobiernos locales. La propuesta, destacada por el diputado Jericó Abramo Masso, enfatiza la necesidad de una estrategia integrada que reduzca la violencia relacionada con el turismo, un sector vital para la economía mexicana pero frecuentemente amenazado por la inseguridad.

MIENTRAS tanto, en Chetumal, la aprobación de la reforma impulsada por la gobernadora Mara Lezama y aprobada por la XVII Legislatura del Estado resuena con similar urgencia. La medida, diseñada para crear un entorno más seguro para turistas y prestadores de servicios, incluye la creación de un fondo de apoyo para emergencias y la formación de una Mesa de Seguridad Turística. Este organismo se dedicará a la prevención, protección, y atención de turistas, abordando desde la prevención de delitos hasta la respuesta a contingencias sanitarias o climáticas.

AMBOS eventos, aunque separados por cientos de kilómetros, se unieron por una visión compartida: la seguridad turística como piedra angular del desarrollo económico y social de México. La simultaneidad de estas aprobaciones legislativas subraya la importancia nacional de la seguridad turística, reconociendo la diversidad de desafíos que enfrentan los distintos destinos turísticos del país y la necesidad de una acción coordinada entre todos los niveles de gobierno.

LO NOTABLE de este logro no es sólo la rapidez con la que Quintana Roo ha respondido al cambio legislativo federal, sino la profundidad de las medidas adoptadas. La creación de un fondo de apoyo para emergencias de la industria sin chimenea, así como el establecimiento de la Mesa de Seguridad Turística son iniciativas que van más allá de la simple reacción; son parte de una estrategia proactiva para hacer del estado un líder en seguridad turística.

LA PREGUNTA que surge es cómo esta sincronización impactará en la percepción de México como destino turístico. La respuesta parece prometedora. En un mundo que valora tanto la seguridad como la belleza, las acciones de Quintana Roo pueden servir como modelo para otros estados y para el país en su conjunto. Al garantizar la seguridad de los visitantes, se protege a la industria turística y se enriquece la oferta nacional, atrayendo a un mayor número de turistas internacionales y nacionales.

@Nido_DeViboras