- Los plásticos abandonados en barrancas y en tiraderos al aire libre generan microplásticos que son respirados con los contaminantes del aire.
IVÁN SOSA / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Los plásticos abandonados en barrancas y en tiraderos al aire libre generan microplásticos que son respirados con los contaminantes del aire, expusieron expertos de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra de la UNAM.
“En la intemperie, los plásticos reaccionan con el sol, con el agua, con el viento, se degradan y forman microplásticos, que se vuelven respirables”, planteó el especialista Salvador Reynoso.
En uno de los talleres del festival Por un planeta sin plásticos, indicó que los residuos no deberían ir en los camiones recolectores al aire libre, porque al tirarlos van a dar a la intemperie.
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“Los plásticos abandonados en el Bordo de Xochiaca se están degradando y como microplásticos son transportados hasta Ciudad Universitaria”, apuntó Reynoso.
Agregó que los microplásticos son del diámetro de un cabello.
“Miden micrómetros, viajan con el agua, con el viento, se vuelven Partículas Menores de 2.5 micras y se sabe que en la Ciudad de México consumimos el equivalente a una tarjeta del Metro”, señaló la experta Jimena Ríos.
Se consumen con alimentos o en agua almacenada en envases de plástico, en donde también se producen reacciones y se generan los microplásticos.
“A través de la piel también la consumimos, cuando nos ponemos maquillaje, se absorbe y va a nuestro torrente sanguíneo”, explicó la especialista Loreta Espejel.
En la Ciudad de México se prohibió el consumo de bolsas de plástico de un solo uso y en los supermercados dejaron de ser entregadas.
“Es un mensaje importante, una buena política pública, pero la mayor parte de la gente todavía usamos las bolsas para tirar la basura”, añadió Espejel.
La oceanóloga Mariana Quezadas resaltó que plásticos y microplásticos van a dar a los mares y los océanos, en donde alteran los ciclos biológicos de la vida y el clima.
“Seguir consumiendo plásticos es como ir a toda velocidad en un auto frente a una pared y tenemos opciones: ir de frente para chocar, bajar la velocidad o parar de consumir”, subrayó.
Detalló que ríos y humedales urbanos también se han convertido en receptores de microplásticos.
“Es una decisión de cada uno, pero tenemos que bajar el uso de plásticos de un solo uso”, indicó Quezadas.
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