- El año pasado, las 32 entidades federativas ejercieron un gasto 9 por ciento mayor de lo que autorizaron los Congresos locales.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- El año pasado, las 32 entidades federativas ejercieron un gasto 9 por ciento mayor de lo que autorizaron los Congresos locales.
En conjunto, los estados erogaron 2.85 billones de pesos, 235 mil 200 millones más que los 2.62 millones que las legislaturas locales autorizaron, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Este exceso en el gasto equivale a 2.2 veces los recursos ejercidos en 2023 por la Secretaría de Salud federal, que tuvo un presupuesto de 105.4 mil millones de pesos.
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Sonora, Nuevo León y Nayarit fueron las entidades que más se excedieron en sus gastos, contrario a Hidalgo, Yucatán y Chiapas, que incluso subejercieron lo programado, señala el documento “¿Cómo gastan los estados? Informe estatal del ejercicio del gasto 2024” del Imco.
Del gasto total ejercido, la categoría de Desarrollo Social concentró 51.3 por ciento, equivalente a 1.46 billones de pesos, mientras que el gasto en Desarrollo Económico únicamente representó 4.8 por ciento, con 135.9 mil millones, añade el documento dado a conocer este martes.
Además, a pesar de las entidades tenían autorizados 119.9 mil millones de pesos para inversión pública, al final sólo ejercieron 106.5 mil millones, es decir, 11.1 por ciento menos de lo aprobado por los Congresos locales.
Asimismo, aunque sólo nueve gobiernos estatales tenían autorización para contratar deuda por 23 mil millones de pesos, al final 15 entidades adquirieron obligaciones financieras por casi 97 mil millones, tres veces más de lo aprobado por las legislaturas locales.
El Instituto expresó en el documento que subestimar los ingresos y gastar más que lo planeado son prácticas recurrentes de los gobiernos estatales que demuestran graves deficiencias en la planeación fiscal dentro de las secretarías de finanzas de las entidades.
Señaló que el problema cobra mayor relevancia al considerar que uno de cada tres pesos en el país es ejercido por los gobiernos estatales.
“El estudio revela la existencia de variaciones sistemáticas, generalizadas y, en ocasiones, significativas entre los ingresos estimados y recaudados, así como entre el gasto aprobado y ejercido para múltiples rubros de ingreso y partidas de gasto estatales, las cuales distorsionan los objetivos y metas plasmadas en las leyes de ingresos y presupuestos de egresos aprobados por los congresos locales”, indica el documento.
Las deficiencias en materia presupuestaria comienzan con los ingresos y revelan la necesidad de que los Congresos y órganos de fiscalización cumplan con sus facultades y actúen como verdaderos contrapesos, recomendó el Imco.
Para mejorar las prácticas, propuso establecer controles y mecanismos de seguimiento a las adecuaciones presupuestarias de los Ejecutivos estatales, así como promover la mayor participación de los Congresos locales en la aprobación y supervisión del ejercicio del gasto.
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