- Además de las carencias de artículos básicos, pacientes y familiares que acuden al Hospital Materno infantil deben de lidiar con instalaciones médicas saturadas.
PAULINA SÁNCHEZ / AGENCIA REFORMA
MONTERREY, NL.- Además de las carencias de artículos básicos, como agua potable, jabón y papel sanitario, los pacientes y familiares que acuden al Hospital Materno infantil deben de lidiar con instalaciones médicas saturadas.
Esto se evidencia por la tardanza en la atención a las mujeres que van a atenderse y en tiempo que sus parientes deben esperar para recibir un reporte por parte del personal médico.
Las visitas también están restringidas, agregaron.
- Me quieren hacer narco a fuerzas: gobernador de Sinaloa
- Arrancará en Baja California Sur plan de vivienda
- Registran 12,704 comunidades indígenas
Un ejemplo de ello lo pasó una joven de 24 años, quien tuvo que esperar 23 horas para que se le realizara una cesárea, pese a que iba con indicaciones de ser atendida de urgencia.
De acuerdo con sus familiares, quienes pidieron no ser identificados, señalaron que el sábado pasado la joven tenía la presión muy alta, lo que la ponía en riesgo a ella y a su bebé.
Acudieron a un hospital privado, donde les dijeron que se requería practicar de urgencia una cesárea, pero como no pudieron costearlo de manera privada, acudieron al Materno Infantil, a donde ingresó a las 22:40 horas del sábado.
Fue hasta las 21:00 horas del domingo en que por fin la pasaron a quirófano.
“No me daban solución.
Me dijo (la doctora) ‘ella sí está urgente para cesárea, le está afectando sus órganos porque ya le dio preclamsia’. Y (luego) me dice: ‘pero hay fila'”, comentó la mamá de la joven.
“Me estás diciendo que la mía es urgente, pues pásala”, le reclamó a la doctora, “y me dice: ‘No. Yo no voy a brincar a nadie, hay fila’. ¿No le puede pasar algo a ella porque no la atiendas ahorita? y me dice: ‘todo puede pasar'”.
Saraí Lara también llevó a su hija al Materno Infantil la noche del sábado, pues los médicos la habían programado para una cesárea ayer a las 6:00 horas, pero al mediodía todavía no ingresaba a quirófano.
“A mi hija la tienen en silla de ruedas y ya tuvo sangrado”, dijo Lara. “Yo la vi anoche y la vi en silla de ruedas, lloraba: ‘mamá, ya sácame de aquí’, le digo: ‘mamita, no puedo hacer nada, en casa te me puedes ir’.
“Estaba programada para las 6:00 de la mañana una cesárea, no se la hicieron, están esperando a que nazca el bebé, m’ija ya trae sangrado”.
Mary Ortiz mencionó que su hija tuvo un parto natural, y que tuvo que esperar casi un día antes de que hubiera un lugar disponible en el área de hospitalización.
“Mi hija ingresó como a las 8:00 de la mañana el sábado, se alivió como a las 16:30 del mismo sábado, y apenas ayer me avisaron que ya la iban a pasar a piso”, dijo Mary.
Pese a estos retrasos, el viernes pasado el Gobierno estatal giró instrucciones a los hospitales que administra para advertir recortes en diversas áreas.
Te puede interesar: Acusan transportistas acoso en Nuevo León
