- Pese a que está prohibido, en la Plaza Izazaga 89, algunos comerciantes reordenaron sus mercancías para formar paredes falsas.
SELENE VELASCO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICIO.- Pese a que está prohibido, en la Plaza Izazaga 89, algunos comerciantes reordenaron sus mercancías para formar paredes falsas y ocupar espacios de sus locales como bodegas.
El 11 de julio personal del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) colocó sellos de clausura al inmueble de 16 pisos que ofrece productos de origen chino, debido a irregularidades administrativas, de uso de suelo y protección civil.
Una de esas anomalías fue que este espacio albergaba bodegas.
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REFORMA constató ayer que en locales de mayores dimensiones, de todos los pisos, se colocaron mercancías que simulan paredes que cubren espacios en donde se encuentran apiladas decenas de cajas.
Aunque los administradores de la plaza retiraron el gran letrero que decía “Centro Mayorista”, que todavía se observó cuando la plaza fue reabierta al público el 29 de agosto, vendedores confirmaron que sigue siendo un inmueble de venta al mayoreo, algo que también se le prohibió.
“Se vende por pieza o al mayoreo, a partir de seis”, dijo una vendedora.
La trabajadora también confirmó que las cajas son resguardadas en los establecimientos.
“Sí (están), aquí atrás, también por cajas al mayoreo”, expuso.
Junto a los letreros para indicar rutas de evacuación y extintores, se observan otros que dicen “prohibido pasar con diablos”. No obstante, los cargadores con múltiples cajas suben los pisos por las rampas que rodean la zona de locales.
En la entrada, por la Calle Nezahualcóyotl, persiste el desfile de los diableros que ingresan y salen, como REFORMA evidenció desde junio.
El 30 de agosto Inti Muñoz, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), informó que hubo sanciones para la administración del inmueble, las cuales fueron pagadas, con lo cual se permitió su reapertura.
Vendedores indicaron que no se han realizado nuevas inspecciones y sólo se observó la presencia de civiles con radios y personal de seguridad privada en las entradas.
Mientras que el interior de la plaza era resguardada por elementos armados de la Policía Bancaria e Industrial (PBI).
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