- El arancel de 25 por ciento al acero y al aluminio impuesto por Estados Unidos a México representará un costo adicional para las empresas autopartistas.
ARELY SÁNCHEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- El arancel de 25 por ciento al acero y al aluminio impuesto por Estados Unidos a México representará un costo adicional para las empresas autopartistas que exportan de 2 mil 939 millones de dólares, estimó Gabriel Padilla, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
En conferencia de prensa virtual, dijo que este sobrecosto por el arancel que se impuso en marzo pero que entrará en vigor el 3 de mayo, deberá ser trasladado a los consumidores de Estados Unidos.
Destacó que entre los componentes afectados están los cinturones de seguridad, piezas de estampados para bisagras, partes de cilindros, neumáticos para elevación y partes de aire acondicionado, entre otros.
Padilla aseguró también en la conferencia que las plantas de autopartes no prevén mudanzas ni pérdidas de capacidad de sus fábricas.
Sostuvo que si el Gobierno de Donald Trump quisiera migrar las capacidades industriales del sector automotriz en México para relocalizar la manufactura en Estados Unidos requeriría una inversión equivalente a 18 plantas automotrices, que representarían requerimientos de inversión de entre 50 mil millones de y 70 mil millones de dólares.
“Esto es para dimensionar el tamaño del esfuerzo y que prácticamente requeriría entre cinco o 10 años el poder concretar la migración de decisiones de manufactura”, expuso el presidente de la INA.
Ante ello insistió que no se está contemplando ningún escenario en el que se tengan que movilizar plantas industriales del sector de autopartes, de tal forma que dejen de operar en México para instalarse en Estados Unidos.
El Presidente Donald Trump ha lanzado un llamado a las armadoras para que reubiquen sus plantas o líneas de producción en Estados Unidos.
Lo anterior propició que Stellantis, el quinto mayor fabricante de autos del mundo, por ejemplo, suspenderá temporalmente las operaciones en una planta en México y otra en Canadá.
En México suspendió este mes la producción de su planta de ensamblaje de Toluca, Estado de México, donde fabrica el Jeep Compass y el Jeep Wagoneer S.
Padilla también destacó que en esta fase de negociación se debe reconocer la integración de la producción de manufactura que ofrece la región de Norteamérica.
Dejó en claro que en el sector de autopartes no es sostenible mantener una política de aranceles, dada la dinámica del sector, ya que las piezas de un automóvil que se fabrica requiere constantemente atravesar las fronteras entre los países de Norteamérica.
Insistió que es inviable que haya empresas manufactureras de autopartes deseosas de irse de México, ante los años que se requieren en la planeación de las empresas de autopartes para migrar su producción.