- En la guerra desatada desde septiembre pasado entre las dos facciones del Cártel de Sinaloa, “Los Chapitos” pierden terreno y sufren un debilitamiento.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
CIUDAD DE MÉXICO.- En la guerra desatada desde septiembre pasado entre las dos facciones del Cártel de Sinaloa, “Los Chapitos” pierden terreno y sufren un debilitamiento.
Una muestra de ello es el ingreso de 17 familiares de Ovidio Guzmán López a Estados Unidos —en un acuerdo con el gobierno de ese país— y el abandono de Jesús María, un enclave de la familia de Joaquín “Chapo” Guzmán.
Fuentes de seguridad expusieron que las relatorías de la confesión que haga Ovidio Guzmán ante una Corte de Chicago afectarán más a su hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar que a los lugartenientes de Ismael “Mayo” Zambada, quien fue entregado a Estados Unidos por una traición de la familia de “Los Chapitos”.
La organización criminal de “La Mayiza” es, por ahora, en versión de las autoridades, la que sostiene al Cártel de Sinaloa en términos de negocios. Sus integrantes son quienes llevan la droga, principalmente metanfetamina, más allá de Estados Unidos: Nueva Zelanda y Australia.
En tanto, refieren las autoridades, “Los Chapitos”, liderados por Iván Archivaldo, son por ahora una facción desesperada por sostener los bastiones en la ruta de la metanfetamina y el fentanilo hacia el mercado de Estados Unidos.
“La Mayiza” tiene de aliados a las organizaciones delictivas identificadas como “Los Rusos”, “Los Salazar”, “Gente Nueva”, “Los Arzate”, integrados como la columna vertebral del poderío armado de ese grupo para continuar con el negocio de las drogas.
También cuentan con el apoyo de Aureliano Guzmán Loera, “El Guano”, hermano de Joaquín “Chapo” Guzmán, y por quien las autoridades de Estados Unidos ofrecen una recompensa de 5 millones de dólares para quien dé información que ayude a su captura.
“La Mayiza” ha tejido una alianza con las escisiones de los Beltrán Leyva, siendo Fausto Isidro Meza Flores —“El Chapo Isidro”— el líder más importante y quien domina Sonora y Baja California. El capo fue incorporado en febrero pasado a la lista de los criminales más buscados del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Los hijos del “Chapo” Guzmán tienen su poderío en Culiacán, epicentro de los violentos enfrentamientos con sus rivales, pero reportan un atorón de sus drogas por la falta de rutas, mismas que abrieron a punta de fuego el pasado fin de semana en la carretera hacia Sonora.
Desde el 4 de mayo, esa zona de Sinaloa reporta un alza de balaceras, persecuciones y enfrentamientos por el control de la ruta internacional 15, una conexión que ha estado bajo la vigilancia durante años por las células de “El Guano” y de “El Chapo Isidro”, considerado líder del Cártel de Guasave.
En sus enfrentamientos, los sicarios de ambos bandos utilizan armas de alto poder y roban vehículos para incendiarlos sobre todo en Culiacán, pero las refriegas se han extendido al turístico puerto de Mazatlán, Cosalá, la vía a Sonora y la zona sur del estado.
En agosto pasado, el capo Ismael “Mayo” Zambada fue secuestrado por Joaquín Guzmán López —hijo del “Chapo”— y trasladado a Estados Unidos, lo que desató una nueva guerra al interior del Cártel de Sinaloa un mes después.
Además del liderazgo, las facciones pelean la hegemonía en la producción de drogas en laboratorios clandestinos y las rutas hacia la frontera con Estados Unidos.
Sólo en el primer trimestre de este año, la violencia en Sinaloa sumó 402 víctimas de homicidio doloso, cifra que triplicó el registro de 124 casos en el mismo periodo de 2024, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
*Con información de Agencia Reforma