- Tecnología acerca el cine; pero persiste centralización.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- La Cineteca Nacional, en alianza con LG Electronics, presentó el Primer Festival de Cine OLED. Muestra de Animación de Raíces y Tradiciones Mexicanas, que se llevará a cabo del 5 al 8 de junio en el recinto de la Calle Xoco, en la Ciudad de México, en un esfuerzo por ensanchar la difusión del séptimo arte.
El festival mostrará cortometrajes animados que datan de 1995 hasta 2024, sobre tradiciones mexicanas y entre los cortos se encuentran Huachinango Rojo, nominado a Mejor Cortometraje Documental en los Premios Ariel 2024, dirigido por la cineasta zapoteca Cynthia Toledo; y Hasta Los Huesos, de René Castillo, animador mexicano multipremiado.
Ana Cruz, productora y gestora cultural, así como curadora de Pixelatl, respondió al cuestionamiento de que este festival será únicamente en la capital del país y no tendrá visibilidad en línea; pero para salir al paso también mencionó varios proyectos que se han llevado a cabo con apoyos y conexiones de la institución como el Campamento Audiovisual Itinerante, proyecto de formación en cine, con perspectiva comunitaria, que se desarrolló en sitios de la Sierra de Juárez, Oaxaca, el cual contó con 8 ediciones;, la última en 2019, antes del Covid19.

“No fue una iniciativa de la Cineteca Nacional, sino de La Calenda Audiovisual, una asociación civil conformada por diferentes artistas mexicanas y mexicanos”.
Al más puro estilo de Campamento Audiovisual Itinerante, Cine Mixteca, liderado por Nohelí Morales, busca que el cine no sólo se vea, sino que cuente historias locales que involucren a la comunidad, mencionó la gestora.
Para Morales, la trinidad “Camino, identidad y comunidad” cincela una misión: suturar las distancias históricas que han separado al cine del espectador en los pliegues de Mixteca oaxaqueña, región que agrupa a más de 155 municipios, entre ellos Huajuapan de León, Coixtlahuaca y Nochixtlán.
Cine Mixteca surgió en 2022. Tuvo su primera edición en Huajuapan de León y proyectó 5 funciones de cine mexicano, con casi 200 espectadores.
La idea, en palabras de sus creadores, es proponer una programación y actividades que lleguen a un público local, brindando principalmente una oferta cinematográfica que resuene con las historias de la comunidad, y contar relatos de la Mixteca.
A contrapelo de las iniciativas que irradian desde un ‘Olimpo cultural’ ya consolidado, como la Cineteca Nacional, Cine Mixteca labra su senda con el arado de lo empírico y la fuerza de la autogestión.
“Sostengo que todo lo que he hecho es empírico”, revela Morales en entrevista.
“Lo que funciona en un lugar no necesariamente funciona en otro”, asegura.
Mientras, la nueva ágora de la Cineteca Nacional, la sala LG OLED -ubicada en la planta alta junto a la Sala 7-, deslumbra con su tecnología en un espacio concebido para el arte en la capital mexicana, Cine Mixteca resuelve la falta de infraestructura al transmutar cualquier espacio en una sala de cine, desde los corredores de palacios municipales hasta la vastedad de parques públicos, explicó.
Morales ha cartografiado la falta de interés de algunos gobiernos municipales como una sombra que acecha la perseverancia de los proyectos comunitarios, los cuales demandan un genuino interés por ver más allá de un evento ocasional.
Aprovechando ese espíritu, en 2023, Cine Mixteca formó parte de la creación de Cinema 1812, una antigua cocina adaptada como ‘salita’ de cine para exhibir funciones para el público de Huajuapan de León.
Pero el proyecto itinerante no paró ahí. La última Muestra de Cine de la Mixteca se llevó a cabo de octubre a noviembre de 2024 en 12 municipios de la Mixteca, una expansión en parte impulsada por el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía, a través del programa Fomento al Cine Mexicano.
Si la Cineteca Nacional y LG Electronics abren portales de luz y ofrecen plataformas de resonancia para el cine mexicano, incluyendo las voces que a menudo habitan las periferias, la gesta de Cine Mixteca revela la indómita potencia de la autogestión, y el nacimiento de un cine local que custodia y aviva la identidad.
“Me gusta pensar que frente a la hegemonía y homogeneización del cine podemos hacer una resistencia. No sólo contar otras historias, sino subrayar que podemos encontrarnos en otro tipo de cine, un cine local, el cine fuera de géneros o conceptos rígidos.
“En Cine Mixteca buscamos ser una semilla que inspire a las personas a valorar y preservar su historia, mientras abre la puerta a nuevas perspectivas y oportunidades”, zanjó Morales.
Quizás en la urdimbre de este diálogo, en el reconocimiento de estas dos fuerzas, yace la senda hacia una descentralización cultural que abrace, en toda su riqueza y diversidad, al México entero.