- El caso de Hernán Bermúdez Requena no es sólo un escándalo estatal.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
VILLAHERMOSA, TAB.- El caso de Hernán Bermúdez Requena no es sólo un escándalo estatal. Revela la permanencia de redes criminales y de poder que vienen desde la época de los gobiernos del PRI que han llegado hasta Morena, por la falta de controles en los nombramientos en el área de seguridad.
La historia de este personaje demuestra cómo un operador político ligado al crimen logró escalar hasta los más altos niveles del poder local… y luego desaparecer justo en el momento en que se solicitaba una orden de aprehensión, dejando una crisis en el sureño estado de Tabasco y un reto al nuevo gobierno federal.
Bermúdez Requena comenzó su carrera como jefe policiaco bajo el mando del entonces gobernador priista Manuel Gurría Ordóñez, protegido del entonces aspirante presidencial Roberto Madrazo a finales de los 90.
Fue director de Seguridad Pública y luego jefe del penal estatal, donde organizó esquemas de seguridad millonarios para la élite política tabasqueña, como detalla el propio AMLO en su libro “Entre la historia y la esperanza”.
Con nexos familiares y empresariales sólidos en el estado, ya que su hermano Humberto ha sido contratista favorecido desde el sexenio de Roberto Madrazo, Bermúdez sobrevivió a escándalos como un arraigo en 2006 por el asesinato del ganadero Ponciano Vázquez, es compadre del empresario periodístico Miguel Cantón Zetina, dueño del diario Tabasco Hoy, como lo han mencionado en varias ocasiones.
El 26 de mayo de 2006 el ganadero Ponciano Vázquez Lagunes fue interceptado y levantado en una plaza de Villahermosa, Tabasco; por un grupo fuertemente armado que se identificó como agentes de la AFI. Lo subieron a una camioneta junto con varias personas más, incluyendo un veterinario y trabajadores.,
Quince días después, su cadáver y los de cuatro acompañantes aparecieron abandonados en una camioneta Durango a un costado del camino vecinal cerca del ejido La Lucha, entre los municipios de Huimanguillo y Villa Chontalpa, precisamente donde se sabe se ha desarrollado “La Barredora”. Todos mostraban impactos de bala y tiro de gracia, con indicios de uso de armas tipo AK-47 (“cuernos de chivo”).
Bermúdez Requena, entonces subdirector de Prevención y Readaptación Social del gobierno de Tabasco, fue detenido esa misma semana en un restaurante de Villahermosa, junto al hermano de Ponciano, Cirilo Vázquez, y otros funcionarios, presuntamente por su vínculo con el homicidio.
El arresto fue llevado a cabo por la AFI, y Bermúdez fue trasladado a Ciudad de México, pero logró librar los señalamientos por falta de pruebas.
A pesar de su historial, en 2019 el recién electo gobernador de Tabasco, Adán Augusto López lo designó en 2019 como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Tabasco. Ambos, tienen antecedentes de militancia en el PRI de Tabasco y a la salida de Adán Augusto el gobernador que lo sustituyó en 2021, Carlos Merino, lo mantuvo en el cargo hasta enero del 2024, cuando su salida era insostenible por el nivel de violencia e inseguridad que se vivía en el estado.
Desde 2022 se filtraron investigaciones de la Sedena con el hackeo de documentos en el (Guacamaya Leaks), donde ya se ventilaban las sospechas sobre sus vínculos con tráfico de migrantes y robo de combustible en la región, señalamientos que obviamente negaba.
En noviembre del 2024, a unos días de haber entrado en funciones, el gobernador Javier May reveló públicamente lo que era “vox populi” en la entidad, había colusión entre los grupos criminales y mandos de la Secretaría de Seguridad, por lo que inició una limpia en la corporación, implementando la aplicación de los exámenes de control y confianza, aptitudes y otros entre los uniformados.
Bermúdez, se dice era parte del cártel La Barredora y tanto la fiscalía estatal como la federal solicitaron la liberación de la orden de aprehensión en febrero de este año, vinculándolo al crimen organizado, pero alcanzó a fugarse pasando de Yucatán a Panamá y de ahí a España y actualmente es buscado por Interpol en Brasil donde se le perdió la pista.