- A pesar de las promesas de las autoridades mexicanas de apoyar a los connacionales representantes de los paisanos denuncian que los connacionales encaran cobros superiores a los 130 mil pesos para realizar sus mudanzas o menajes.
STAFF / AR
NUEVO LAREDO, MÉXICO.- Las familias con paisanos deportados, que regresan a vivir a México luego de que sus seres queridos fueron expulsados de Estados Unidos, padecen un doble viacrucis: el drama causado por la Administración del Presidente Donald Trump y cobros estratosféricos de las Aduanas mexicanas.
A pesar de las promesas de las autoridades mexicanas de apoyar a los connacionales, como el nuevo programa anunciado el viernes en la conferencia mañanera de la Presidenta Claudia Sheinbaum, representantes de los paisanos denuncian que los connacionales encaran cobros superiores a los 130 mil pesos para realizar sus mudanzas o menajes.
“Se han disparado los menajes de casa para las familias de paisanos deportados que se regresan para reintegrarse en México y hacer una nueva vida”, reprochó Rogelio Ávila, presidente del Consejo Internacional de Migrantes Mexico-Americanos.
“Enfrentamos muchas trabas y cobros exagerados, ridículos”, añadió el activista con sede en Chicago.
También enfrentan cuotas de entre mil a mil 500 dólares (de 19 mil a 28 mil pesos) en las agencias aduanales por uso de las bodegas.
Ante esto, representantes de los paisanos piden a las autoridades ajustar las leyes para dar una verdadera bienvenida a estos mexicanos, que no son paisanos que vienen de visita, sino que son familias que buscan reencontrarse con sus seres queridos expulsados de Estados Unidos.
Rogelio Ávila, presidente del Consejo Internacional de Migrantes Mexico-Americanos, con sede en Chicago, explicó que muchos casos son de esposos arrestados por agentes migratorios estadounidenses en sus centros de trabajo y son deportados de inmediato, por lo que sus familias se quedan solas sin su principal sustento.
“La señora, aunque trabaje, nunca va a completar para el gasto, no habrá reunificación familiar”, explicó Ávila. “Lo que están optando es vender la casa, vender todo, regresarse a México, hay muchos menajes de casa en las fronteras”.
Aun así, las familias de deportados encaran cuotas estratosféricas en las Aduanas mexicanas, como en las de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, en Tamaulipas.
Por la internacional de vehículos, detalló, se cobran impuestos de hasta 100 mil pesos, especialmente para modelos 2015 o anteriores.
Asimismo hay cobros de hasta casi 30 mil pesos en las agencias aduanales por descarga de la mudanza.
Aunque se supone que no se debe cobrar por los menajes o hacerlo por una cuota mínima, los Consulados envían a los paisanos a agencias aduanales, que sí los obligan a pagarles el servicio, cuyos precios dispararon.
También reprochó que les cobran mucho o, de plano, no les permiten cruzar herramientas de trabajo a los paisanos, lo que les complica realizar en México las habilidades laborales que desarrollaron en México, como jardinería, plomería, electricidad, hojalatería, pintura y construcción.
Gladys Cañas, defensora de los derechos humanos, que apoya a los migrantes desde Matamoros, señaló que los connacionales no han tenido la orientación adecuada y se aventuran a pagar por miedo a las redadas en Estados Unidos.
“En la red de Consulados de México en Estados Unidos deben de orientarlos, de decirles con que se van a topar”, dijo la también presidenta de la asociación civil “Ayudándoles a Triunfar”.
“Nosotros los hemos ayudado y canalizado con las autoridades adecuadas para que sepan qué hacer cuando entran al País con su vehículo americano y con su mudanza”, agregó.
Reprochó que los mexicanos deban gastar el dinero que ahorraron y planeaban usar para reiniciar su vida para pagar a las autoridades mexicanas.