- Tras detectar la presencia de gusano barrenador en Nuevo León, el Gobierno de Estados Unidos envió a inspectores a México.
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WASHINGTON, EU.- Tras detectar la presencia de gusano barrenador en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, el Gobierno de Estados Unidos envió a inspectores a México para realizar pruebas.
“Proteger a Estados Unidos del gusano barrenador del Nuevo Mundo no es negociable y es una prioridad máxima”, informó anoche la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins.
La funcionaria estadunidense dijo que ya se realizan inspecciones en trampas y se dispersan moscas estériles para buscar contener al gusano.
“Esta guerra exige la potencia total del gobierno”.
Ayer las asociaciones de ganaderos de Estados Unidos lanzaron una alerta al reportarse que el gusano avanza y ya se encuentra a 112 kilómetros de la frontera.
Cabe destacar que el 24 de noviembre de 2024 se detectó el primer caso del gusano barrenador en México; hasta el 11 de junio de 2025 se reportaron 2 mil 095 casos en México.
El 81.6 por ciento de esos casos fueron en bovinos; los demás casos se encontraron en equinos, caninos, porcinos y ovinos. También hubo contagios humanos, aunque son minoritarios.
Debido a la amenaza, Estados Unidos suspendió las importaciones de ganado vivo (vacuno, equino, bisontes) desde México el 11 de mayo de 2025; la frontera se ha ido reabriendo por etapas conforme México ha ido mostrando avances en vigilancia, producción de moscas estériles, monitoreo y control.
El Gobierno de México invirtió 21 millones de dólares para modernizar una planta en Metapa, Chiapas, que producirá entre 60 y 100 millones de moscas estériles por semana.
Se firmó un Plan de Acción binacional (Aphis en Estados Unidos y Senasica en México) que contempla regionalización sanitaria, protocolos de importación segura, control de la movilización del ganado, sistema de trampas con atrayentes, entre otras medidas.
Las restricciones han generado pérdidas para los ganaderos mexicanos tanto por los costos de control sanitario como por la imposibilidad de exportar ganado en pie a Estados Unidos.
Se estiman sobrecostos de unos 400 millones de dólares anuales al cierre del año, por atención del brote y cierre fronterizo.
También se estima que el cierre de frontera para exportación de ganado vivo provoca pérdidas de 30 millones de dólares mensuales para el sector mexicano.
Un reto importante es la producción suficiente de moscas estériles y su dispersión: México depende aún mucho del suministro y apoyo técnico del USDA para esto.




