- El presidente Donald Trump anunció la imposición de aranceles del 100 por ciento a todas las películas producidas fuera de Estados Unidos, con el objetivo de impulsar la producción nacional y presionar a los estudios globales.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
WASHINGTON, EU.- El presidente Donald Trump anunció la imposición de aranceles del 100 por ciento a todas las películas producidas fuera de Estados Unidos, con el objetivo de impulsar la producción nacional y presionar a los estudios globales.
“Nuestro negocio de producción de películas ha sido robado de los Estados Unidos de América por otros países, justo como robar ‘dulces de un bebé’. California, con su débil e incompetente gobernador, ha sido particularmente golpeada con fuerza.
“Por lo tanto, para resolver este problema de larga data, interminable, impondré un arancel del 100% sobre cualquier y todas las películas que se produzcan fuera de los Estados Unidos. Gracias por su atención a este asunto. ¡Haz que Estados Unidos sea grande otra vez! Presidente DJT”, escribió Trump en su cuenta de Truth Social.
Sin embargo, no está claro qué autoridad legal utilizaría Trump para imponer un arancel del 100% a las películas fabricadas en el extranjero.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud para que comentara sobre la implementación de los aranceles.
Warner Bros, Discovery, Comcast, Paramount, Skydance y Netflix tampoco respondieron de inmediato a las solicitudes.
Si Trump cumple con su amenaza, sería la primera vez que impone un arancel a un servicio en lugar de a un producto básico.
El presidente había lanzado en mayo por primera vez la idea de un arancel a las películas, pero ofreció muy pocos detalles, dejando a los ejecutivos del entretenimiento sin saber si se aplicaría a países específicos o a todas las importaciones.
Los ejecutivos de los estudios dijeron a la agencia Reuters a principios de este año que estaban “desconcertados” por cómo se podría aplicar un arancel a las películas, dado que las películas modernas a menudo utilizan producción, financiación, posproducción y efectos visuales repartidos en varios países.
La medida ha suscitado escepticismo entre los analistas legales y comerciales. Algunos argumentan que las películas son una forma de propiedad intelectual y parte del comercio global de servicios, un sector en el que Estados Unidos suele tener superávits, lo que plantea interrogantes sobre la base legal de los aranceles.
Las coproducciones con estudios extranjeros también se han vuelto más comunes, lo que aumenta las dudas sobre cómo se clasificarían dichas películas.
*Con información de la agencia Reuters