- Abre las puertas al pasado del payaso más temido de la cultura popular, el siniestro Pennywise, encarnado nuevamente por Bill Skarsgard.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- La niebla cae sobre Derry. Las luces parpadean, el aire huele a algo más antiguo que el miedo. Es 1962, y bajo las calles de este pequeño pueblo de Maine algo despierta.
It: Welcome to Derry, serie precuela inspirada en el universo de Stephen King, se estrena en HBO y HBO Max con el propósito de aterrorizar al público.
Abre las puertas al pasado del payaso más temido de la cultura popular, el siniestro Pennywise, encarnado nuevamente por Bill Skarsgard.
El maligno ente, que resurge cada 27 años luego de hibernar, acechará a los protagonistas en un contexto social muy distinto al de 1989, cuando atacó al “Club de los Perdedores” de las dos películas de Andy Muschietti (2017, 2019).
Por ejemplo, a Ronnie, chica que vive de cerca los conflictos raciales, pero también las amenazas constantes de la guerra, la compleja situación sociopolítica de Estados Unidos.
“Pennywise se alimenta de los temores humanos, pero también de la culpa. El miedo más profundo de mi personaje, Ronnie, es la culpa, porque se siente responsable de la muerte de su madre durante su nacimiento y teme perder también a su padre, con quien vive ahora”, cuenta Amanda Christine (Ronnie), quien en el primer episodio se apodera de la mente de su progenitor, precisamente. Un reto emocional para ella.
De ocho episodios, este programa, desarrollado por Andy y su hermana Bárbara Muschietti, con guiones de ambos y de Jason Fuchs, confronta a sus personajes con un mundo dividido por el odio racial, el miedo a la guerra y la represión social.
“Se abordan temas que siguen doliendo hoy: la discriminación, el acoso, el miedo a la diferencia”, explica Matilda Lawler (Marge).
“Aquí el terror no sólo tiene que ver con Pennywise: tiene que ver con el silencio de los adultos, la indiferencia, el prejuicio”.
Pennywise, como saben los fans, no inventa los miedos, sino que los amplifica. Su maquillaje apenas enmascara la violencia cotidiana y cada niño lleva una herida distinta, que el monstruo puede oler.
“Mi personaje, Lilly, sufre acoso en la escuela, cree que todo lo malo que pasa a su alrededor es culpa suya. Eso la hace vulnerable, y Pennywise lo aprovecha”, dice Clara Stack.
Pero si el miedo divide, la amistad une, como ya ha enseñado en la pantalla esta popular franquicia de terror.
“Stephen King muestra que el miedo no viene de afuera, es algo profundamente humano, pero también enseña que juntos podemos enfrentarlo”, señala Christine.
“El terror muestra nuestra vulnerabilidad, pero también nuestra capacidad de unión. En Welcome to Derry la amistad es clave: enfrentarse a los miedos en grupo, apoyándose unos a otros. Creo que eso es parte del corazón de la historia”, añade Lawler.
AMISTAD A PRUEBA DE SANGRE
“En el rodaje nos volvimos una familia. Eso se nota en pantalla: si no tienes amigos en medio de todo lo que pasa en Derry, no sobrevives”, remarca Arian S. Cartaya, quien interpreta a Rich.
Con él coincide Blake James, en el papel de Will, y recuerda una anécdota de infancia que demuestra que la amistad puede ser más poderosa que un ser terrorífico.
“Cuando era pequeño, mi hermano me enseñó un video de Pennywise y me puse a llorar. En realidad, me asusté mucho, así que estar en esta serie fue enfrentar mi propio miedo, pero hacerlo con amigos lo cambió todo”, completa James.
La amistad, dentro y fuera de la historia, se convierte en la respuesta al horror.
“Enfrentarse al miedo en grupo es lo que le da corazón a esta historia: el terror te separa, pero la amistad te salva”, resume Lawler.
Si bien la historia transcurre hace más de medio siglo, It: Welcome to Derry habla del presente con claridad incómoda.
“Algunos miedos de los 60 siguen vivos: el racismo, la violencia, la soledad. Cambian los rostros, pero no desaparecen”, añade.
La serie se vuelve así un reflejo del mundo actual, donde los monstruos no siempre llevan disfraz.
“Pennywise representa lo poderoso que puede ser el miedo, cómo puede adueñarse de la mente y las emociones, pero la serie nos recuerda que hay cosas que podemos combatir, aunque no siempre podamos controlarlas”, dijo Amanda Christine (Ronnie).
“En Derry, los adultos viven en una especie de niebla, incapaces de ver o reconocer el horror que los rodea. Eso es profundamente humano: tener miedo, pero callarlo, con eso podemos identificarnos todos, por eso es tan conmovedor ver a los niños enfrentarse juntos a ese mal, como amigos”, señaló Clara Stack (Lilly).




