- Los trabajos de “sondeo” o “cala” para construir la Línea 4 del Metro debieron detectar el ducto pluvial subterráneo que se invadió en la Avenida Constitución, por lo que no es creíble que el estado no supiera de los daños al colector, afirmaron ayer especialistas.
STAFF / AR
MONTERREY, NL.- Los trabajos de “sondeo” o “cala” para construir la Línea 4 del Metro debieron detectar el ducto pluvial subterráneo que se invadió en la Avenida Constitución, por lo que no es creíble que el estado no supiera de los daños al colector, afirmaron ayer especialistas.
Al hablar bajo anonimato por el temor a represalias hacia sus proyectos, expertos descalificaron los diferentes argumentos del estado, como el que los estudios los hicieron a sólo 3 metros de profundidad, por lo que no detectaron el pluvial, ubicado a 6 metros bajo tierra.
Además, estimaron que la afectación de los pilotes que atraviesan el ducto es mayor al 30 por ciento de su capacidad hidráulica, como señaló el estado en una respuesta que, dijeron, “sólo ellos (en el gobierno) la entienden”.
Explicaron que la empresa encargada de la obra, Mota Engil, debió realizar diferentes tipos de procesos de detección porque en la zona hay mantos freáticos.
“No es creíble (que no hayan detectado el pluvial)”, dijo un especialista.
“Cualquier empresa, por muy inexperta, debió hacer calas más profundas, más detalladas y ver el tema de la inestabilidad, porque están a un lado de un río: ahí hay fosas de agua y un montón de cosas.
“No es la placa de una casa, es un tema mayor, o sea, sí sabían sobre la perforación del ducto.
“Todas las construcciones sobre Constitución han realizado calas superiores a 3 metros… Ni si quiera es creíble eso”, criticó sobre la respuesta del Estado del lunes.
Ese día se publicó que la Línea 4 del Metro se estaba construyendo sobre un drenaje pluvial en Avenida Constitución, luego de que un periodista recorrió el ducto subterráneo y encontró que el drenaje era atravesado por siete pilotes para las columnas.
Esa obstrucción, que disminuye la capacidad hidráulica del sistema de desagüe, habría propiciado inundaciones atípicas al poniente de la Ciudad durante lluvias en agosto y septiembre.
No obstante, tras la publicación, el estado emitió un reporte en el que aseguró, entre otros, que no detectó el ducto en los estudios, y que lo repararía.
“El operador del equipo de perforación debió sentir que de pronto llegaron a un hueco, dado el cambio en el esfuerzo del equipo y la no perforación por más de 3 metros”, señaló ayer una fuente.
Además, dijo, en las fotos se aprecian perfectamente delimitados los pilotes al atravesar el ducto, lo que significa que cimbraron por adentro.
Otro experto indicó que no es creíble la excusa de que los errores se debieron principalmente a que trabajaron con información errónea que señalaba que el ducto daba vuelta y se iba por el cauce del río, ya que es visible que éste desemboca por el talud más adelante.
“Lo cual demuestra la alevosía y mala fe con la que trabajaron (estado y Mota Engil)”, advirtió, “apostando a que esta situación no saldría a la luz pública, además de que por los ofrecimientos del gobierno para terminar los trabajos, no tenían tiempo para trabajos adicionales”.
Los especialistas cuestionaron la solución ofrecida por el estado para recuperar la capacidad del pluvial, y resaltaron que la obstrucción, como mínimo, es de un 50 por ciento, pero no del 30 por ciento, como se aseguró.
“La información (dada por el estado) minimiza los efectos y daños a la operación del ducto”, dijeron, “y la solución propuesta sólo ellos la entienden.
“El daño debe calcularse sobre la obstrucción mayor y definitivamente es mayor que el 30 por ciento que se señala en el escrito (comunicado).
“Además, y definitivamente de acuerdo al primer plano que se acompaña, el diámetro del ducto es de 3.50 metros y no de 4.00 como hasta ahora se ha planteado”.




