- Auroras boreales se esperan hoy como resultado de una intensa actividad solar que también conlleva riesgos para las redes de comunicación.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- Auroras boreales se esperan hoy como resultado de una intensa actividad solar que también conlleva riesgos para las redes de comunicación.
Meteorólogos espaciales confirmaron que las tormentas solares alcanzaron niveles severos el martes, desencadenando vibrantes auroras que se alcanzaron a ver en estados del sur de Estados Unidos, México y Europa.
Sin embargo, las fuertes tormentas solares traen más que sólo impresionantes exhibiciones lumínicas: también pueden interrumpir los sistemas de comunicación y causar fallos en satélites y sobrecargas en las redes eléctricas.
Shawn Dahl, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, en inglés), advirtió sobre algunos impactos en las comunicaciones GPS y la red eléctrica, en un video publicado en X.
El fenómeno, de acuerdo con la agencia AFP, se produce por enormes eyecciones de partículas solares, conocidas como eyecciones de masa coronal (CME), que desencadenan tormentas geomagnéticas cuando llegan a la Tierra.
Una tormenta de nivel 4 de 5 ocurrió el martes pasado, y hoy se podría repetir otra, dijo NOAA, abundó.
El Servicio de Clima Espacial México, perteneciente al Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, informó que si bien los índices geomagnéticos regionales de México indicaban que se trataba de una tormenta intensa, ésta se encontraba por debajo de los niveles que alcanzó el evento del 10 de mayo de 2024.
“Durante la noche del 11 de noviembre se registró una tormenta geomagnética severa global. La tormenta fue provocada por la llegada de una eyección de masa coronal (EMC)”, actualizó el SCIESMEX ayer antes del mediodía, refiriendo alteraciones moderadas en la atmósfera superior en el sur del País.
El ingeniero geólogo Alejandro Salazar Méndez explicó que frente a lo sensacionalista que pueda sonar para algunos un término como tormenta geomagnética, así es como se denomina a la perturbación del campo magnético de la Tierra –o magnetosfera– a causa de algunas emisiones que son producto de la actividad solar.
En específico, por el impacto de fulguraciones intensas y de las referidas EMC, que son nubes de partículas cargadas eléctricamente expulsadas desde la atmósfera solar.
“Las eyecciones de masa coronal siempre son importantes”, reconoce Salazar Méndez, en particular hoy en día, cuando la red de constelaciones satelitales alrededor de la Tierra, como las de la empresa Starlink, son mucho más numerosas.
“Cuando (las eyecciones) llegan a la magnetosfera de la Tierra, se canalizan a través de los polos”, explica el ingeniero geólogo este proceso que pudiera entenderse como un escudo planetario natural. “Y cuando llegan a la atmósfera alta, empiezan a generar luz al excitar a las partículas de hidrógeno y oxígeno. Así se generan las auroras”.
De ahí, el colorido espectáculo natural percibido en sitios del País como Zacatecas, Chihuahua, Nuevo León, Baja California y San Luis Potosí.
“Se han registrado avistamientos en el norte del País y podría repetirse con una nueva oleada solar”, anticipaba la UNAM, compartiendo en espacios digitales una imagen de la aurora captada desde el Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir, en Baja California.
Ese contacto entre los pulsos provenientes del Sol y la magnetosfera terrestre suele encender las alarmas por las potenciales afectaciones que pudiera provocar a satélites y, con ello, a las telecomunicaciones, los sistemas de posicionamiento global y de navegación aérea.
“Digamos que cuando se comprime la magnetosfera de la Tierra empuja también a los satélites hacia abajo. Entonces, se pueden empezar a quemar algunos”, ilustra Salazar Méndez, estimando que esta ocasión sean los menos.
Y es que la ubicación del País le garantizaría cierta seguridad frente a los posibles efectos adversos de la tormenta en curso.
“Las mayores afectaciones, en tormentas grandes, por lo regular siempre son cerca de la zona de Canadá, el norte de Europa, el norte de Asia, muy al sur de Chile; o sea, lo que está cerca del polo porque ahí como hay mayor carga eléctrica en la alta atmósfera, pues sí, las comunicaciones se pierden en algunos casos, el sistema de GPS también como que no funciona muy bien.
“Pero nosotros, como estamos en la zona del trópico, es difícil que afecte esto”, remarca el ingeniero geólogo. “Todo lo que entra de la alta atmósfera, pues entra más fácil en los polos que en la zona tropical, que es donde estamos nosotros”.
Sobrecarga en las líneas de alta tensión, problemas en las telecomunicaciones de larga distancia y riesgo para los vuelos transpolares, son otras situaciones a las cuales poner atención durante una tormenta geomagnética, fenómeno que por ahora ha sido recurrente dado que el Sol está atravesando la fase más activa de un ciclo de 11 años.
“Cada 11 años cambia su polaridad. Ahorita está cambiando, y empieza a generar estas eyecciones de masa coronal. Es un proceso natural”, expone.
Y si bien diferentes instancias gubernamentales y comerciales a lo largo del mundo se han blindado de diferentes maneras, luego de que históricamente este tipo de eventos generaran grandes afectaciones, como cuando la mitad de Canadá y parte de Estados Unidos se quedaron sin energía eléctrica debido a un gran tormenta geomagnética hace unas décadas, aún habría acciones preventivas por tomar.
“Sí hay puntos de interés que se tienen que modificar, o sea, crear más sistemas redundantes para que (estos eventos) no causen problemas en telefonía de larga distancia y los sistemas satelitales, principalmente”, exhorta el especialista.




