- La Conagua aseguró ayer que no pretende realizar un nuevo trasvase del embalse de Nuevo León a Tamaulipas.
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MONTERREY, NL.- Sin pronunciarse otra vez sobre la amenaza de un tercer desfogue de la Presa El Cuchillo para abonar al adeudo de agua de México con Estados Unidos, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) aseguró ayer que no pretende realizar un nuevo trasvase del embalse de Nuevo León a Tamaulipas… en este momento.
El Gobierno tamaulipeco informó el sábado que puso a sus 10 municipios fronterizos con Texas en “rojo” en el semáforo de abasto de agua para la población argumentado que están casi vacías las presas internacionales sobre el Río Bravo tras los pagos a Estados Unidos, lo que prendió las alertas de un desfogue de El Cuchillo.
Ayer, la Conagua dijo que será en octubre cuando determinará si aplica o no el trasvase anual que marca el acuerdo de 1996 entre Nuevo León y Tamaulipas para el uso de El Cuchillo, principal fuente de agua potable para el área metropolitana de Monterrey.
“Es falso que en este momento se pretenda realizar un trasvase de la Presa El Cuchillo a la Marte R. Gómez (en Tamaulipas)”, afirmó la dependencia federal, que rechazó que el agua para las ciudades fronterizas esté comprometido.
El convenio de 1996 condiciona el trasvase -a realizarse en noviembre de cada año- a que El Cuchillo tenga un almacenamiento superior a los 516 millones de metros cúbicos y la Marte R. Gómez cuente con menos de 700 millones, lo que actualmente se cumple.
No obstante, adicional a ese acuerdo, la Conagua ya realizó dos desfogues de la presa de Nuevo León en enero y abril pasados, que sumaron 260 millones de metros cúbicos y que habrían sido usado para abonar al adeudo mexicano con Estados Unidos.
Pese a que el Gobierno federal lleva tres meses sin publicar el desglose de los pagos a Estados Unidos, El Cuchillo habría aportado la mayoría de los 343 millones de metros cúbicos abonados que en lo que va del año, un 277 por ciento más que en todo el 2024.
El Cuchillo se ubica sobre el Río San Juan, que no está contemplado en el tratado de aguas binacional, pero la Presidente Claudia Sheinbaum avaló su uso entre presiones estadounidenses.