- Autoridades del Colegio de Ciencias y Humanidades Sur recibieron a una comitiva de alumnos para evaluar la infraestructura de seguridad del plantel.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- Autoridades del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur recibieron a una comitiva de alumnos para evaluar la infraestructura de seguridad con la que cuenta el plantel y aumentar el número de cámaras de vigilancia, botones de pánico y luminaria.
De acuerdo con padres de familia, este plan de protección, basado en incrementar el equipo del Colegio, fue propuesto en abril pasado, cuando intentaron abusar de una alumna, pero no se llevó a cabo.
“El plan de seguridad 2025, así le llamaban, lo informaron en abril, vino un equipo de trabajo de Ciudad Universitaria y prometieron mayor atención, actualización de botones, luminarias y cámaras, dijeron que iban a aumentar en 50 por ciento las 142 luminarias, 48 cámaras y 15 botones de emergencia y ya no se supo”, dijo Karina Hernández, madre de familia.
Este lunes, a siete días de que Jesús Israel Hernández fuera asesinado por otro alumno, personal del plantel recorrió el plantel junto con el alumnado e identificaron distintas zonas sin luminarias ni cámaras, como el perímetro donde se construye un nuevo edificio, biblioteca y canchas.
En la jornada, los estudiantes demandaron cámaras 360, más botones de pánico y rebotadores; sin embargo, modificaban las peticiones a sugerencia de una persona a la que identificaron como el arquitecto del plantel.
Las autoridades también pidieron que la comunidad estudiantil no vandalice el nuevo equipo que prevé colocar durante los paros.
“Hay que crear conciencia a la comunidad para que no hagan un acto vandálico o no lo estén presionando, sí hay botones de uso rudo, pero teníamos que crear conciencia con la comunidad”, dijo el arquitecto.
Para las 22:00 horas de este lunes, el recorrido cubrirá menos de la mitad del bachillerato, sin un balance preliminar de la infraestructura que se prevé instalar.
Uno de los alumnos que prefirió omitir su nombre señaló que la solución no está sólo en poner más luz: “¿Una luminaria en qué va a ayudar? ¿Eso qué?”, cuestionó.
Karina Hernández resaltó que la implementación de los protocolos ocurre después de que los incidentes se presentan y hasta ahora ninguno ha estado enfocado en la prevención.
“Ellos manejan los protocolos para dar atención sin un seguimiento a aquellos alumnos que pudieran presentar o detectarse algunas cuestiones psicológicas, pero esos protocolos son cuando ya está el problema, o sea, no lo no lo previenen. No hay una acción”, agregó.
Hasta ahora, los estudiantes se han rehusado a instalar torniquetes bajo el entendido de que podría dificultar las evacuaciones del plantel; otros más han solicitado lectores de barras para las credenciales.
Mañana una comitiva de padres de familia se reunirá con las autoridades al mediodía.