- El sector atraviesa una de sus temporadas más complicadas de los últimos años, con una caída estimada de 30 a 35 por ciento comparado con 2023.
IGNACIO CALVA
CANCÚN, Q. ROO.- El sector náutico de Quintana Roo atraviesa una de sus temporadas bajas más complicadas de los últimos años, con una caída estimada de 30 a 35 por ciento comparado con 2023.
El presidente de Asociados Náuticos de Quintana Roo, Francisco Fernández Millán, indicó que las empresas operan en un promedio de 20 por ciento de su capacidad.
Esta situación, dijo, ha orillado a que algunas compañías comenzaron a aplicar días solidarios para su personal; es decir, un descanso acordado, aunque el mantenimiento de las embarcaciones los obliga a mantener una plantilla laboral mínima.
“Estamos pasándola difícil. Ya hay compañías que han tenido que tomar decisiones con sus trabajadores, pero no hemos registrado cierres recientes, aunque el año pasado tres empresas sí dieron de baja sus operaciones”, comentó.
Fernández Millán atribuyó esta baja a factores como el tipo de cambio desfavorable para turistas estadounidenses, quienes enfrentan costos hasta 20 por ciento más altos en sus vacaciones, y el Mundial de fútbol que ha desplazado parte del gasto turístico hacia la compra de boletos.
“No queremos dar pretextos, pero sí hay un impacto. Debemos salir a buscar nuevos mercados y elevar la calidad del servicio”, apuntó.
El dirigente destacó el papel del turismo nacional, que representa entre 35 y 40 por ciento de la actividad náutica.
“Siempre nos ha sacado adelante en temporadas bajas, después de huracanes o crisis, pero su participación es estacional y depende del calendario escolar”, dijo.
El representante del sector náutico comentó que la expectativa para fin de año se sitúa en alcanzar una ocupación del 50 al 60 por ciento.
Sobre los costos del sector, indicó que los servicios náuticos en Quintana Roo enfrentan una carga fiscal alta, con el hasta 40 por ciento del precio final que paga el turista corresponde a impuestos, derechos y permisos.
“Mientras otros sectores requieren 60 u 80 trámites para operar, nosotros tenemos que cumplir con más de 120”, afirmó.
Respecto al próximo paquete presupuestal federal, Fernández Millán advirtió que el año pasado se duplicaron los cobros de concesiones sin previo aviso, lo que aún resiente la industria.
“No esperamos que reduzcan costos, pero sí pedimos que al menos no los aumenten en los próximos años, porque no podríamos resistirlo”, declaró.
Otro reto es la competencia desleal de embarcaciones pirata, que representan hasta 15 por ciento de la oferta.
Estos prestadores operan sin permisos, seguros ni certificaciones, lo que se vería agravado si se reducen los recursos destinados a la vigilancia en áreas naturales protegidas. “
Ese presupuesto es la única herramienta para frenar la informalidad”, señaló.
Por último, informó que se analiza instalar un módulo flotante de la policía turística en la laguna para reforzar la supervisión de motos acuáticas, luego de los recientes accidentes en el canal Sigfrido.
Sin embargo, todavía no hay fecha para su implementación, ya que la operación corresponde a la Capitanía de Puerto.