- A la Presidenta Claudia Sheinbaum le llovieron reclamos, pero también repartió regaños durante su recorrido por municipios de Veracruz y Puebla.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- A la Presidenta Claudia Sheinbaum le llovieron reclamos, pero también repartió regaños durante su recorrido por municipios de Veracruz y Puebla para revisar las afectaciones por las intensas lluvias
“No sirves para nada, ni la Gobernadora (Rocío Nahle). No está haciendo nada la Gobernadora”, con esa lluvia de reclamos fue recibida la Presidenta Sheinbaum, por parte de damnificados de las lluvias en Poza Rica, Veracruz.
“Hay muchos muertos y desaparecidos”, fueron las principales protestas que enfrentó la Mandataria, quien previamente recorrió municipios de Puebla junto con el Gobernador Alejandro Armenta.
En Poza Rica, los reclamos no sólo fueron contra el Gobierno federal, sino principalmente contra el estatal.
Rodeada por la multitud, la Mandataria fue cuestionada por el número de fallecidos y desaparecidos y la falta de acción del Gobierno estatal.
La Presidenta pidió paciencia a los afectados porque, dijo, es imposible arreglar todo de manera inmediata; otros pobladores pedían que mejor se fuera.
“Tantita paciencia, porque no todo se puede arreglar en un segundo”, pidió Sheinbaum. “Sí se puede, porque en el 99 (año en el que también ocurrieron graves inundaciones) se pudo. No se organizan”, añadió.
“El Ejército no quiere entrar a las casas. Hay familias aún que no reciben ayuda”, acusaron los pobladores.
Ante los reclamos, Sheinbaum se subió a una camioneta del Ejército, desde donde se notó exasperada.
“Escúchenme, Escúchenme”, pidió la Presidenta. Incluso hizo un movimiento con la mano para pedir calma y se llevó los dedos a los oídos para solicitar que la escucharan.
“No se oculta nada”, les dijo a las personas que reclamaron por los desaparecidas.
“Dónde están, dónde están”, continuaron los reclamos por los desaparecidos.
Tras ser encarada por un joven que denunció la desaparición de tres de sus compañeros de la Universidad Veracruzana; la Mandataria volvió a pedir que la escucharán.
“Escúchame”, señalaba con el dedo la Presidenta para hacerse escuchar, pero el joven le exigía que mirara las fotografías de sus compañeros.
“Mis compañeros estudiantes no pudieron salir. Ya pasaron tres días y no aparecen. ¿De qué me sirve que venga aquí? ¡Yo quiero ver a mis compañeros!”, clamó el joven.
En respuesta, la Presidenta aseguró que no se está ocultando nada y argumentó que en esos tres días todo estaba totalmente inundando.
El joven continuó gritando en reclamo por sus compañeros desaparecidos, y la Presidenta se llevó un dedo a la boca para pedirle silencio. “Escúchame”, demandó la Mandataria nuevamente.
Posteriormente, Sheinbaum tomó un micrófono y una vez más intentó calmar a la población, pero le fue imposible.
“Escúchenme, escúchenme”, volvió a pedir a la población. No lo logró. Así que dijo: “Bueno, ya me voy”.
Antes de acudir a Poza Rica, la Presidenta estuvo en el municipio de Huauchinango, en Puebla, donde regañó a Rogelio López, el presidente municipal.
“Usted me dice que sí trabajan, pero la gente me dice que no, y la verdad yo prefiero creerle a la gente”, dijo Sheinbaum a Rogelio López.
Y es que una pobladora aseguró que en la Colonia Chapultepec de ese municipio había personas de la tercera edad en las orillas del río.
“Están incomunicados y no pueden salir”, afirmó la mujer.
Pero de inmediato, López interrumpió a la mujer y dijo: “Ya se está trabajando allá”.
Sin embargo, la Mandataria le dijo que prefería creerle a la gente y le pidió que le diera la información correcta sobre los apoyos.