- A unas semanas de que venza el plazo para aplicar la llamada “Ley Silla”, aún persiste entre los negocios una notable incomprensión sobre los alcances y motivos de esta norma.
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CIUDAD DE MÉXICO.- A unas semanas de que venza el plazo para aplicar la llamada “Ley Silla”, aún persiste entre los negocios una notable incomprensión sobre los alcances y motivos de esta norma, que busca garantizar pausas dignas y sillas ergonómicas para empleados de comercios y servicios, y prevenir problemas de salud derivados de largas jornadas de pie.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), recordó que la legislación aplica a comercios y servicios, como tienditas, minisúpers, hoteles, restaurantes y centros de atención, pero advirtió que muchos establecimientos no le han dado la importancia que amerita.
“Mucha gente lo ve como una ocurrencia, no le dan la relevancia que tiene y eso ha hecho que, a unos cuantos días de que esto deba estar vigente, no se haya procedido a cumplir. En el caso del pequeño comercio, regularmente tienen dónde sentarse, pero son banquitos o cualquier silla, no la silla adecuada”, afirmó.
El empresario subrayó que el incumplimiento no será un asunto menor.
A partir del 14 de diciembre, los negocios que no adopten las disposiciones enfrentarán multas que van de 250 a 2 mil 500 UMA, y en casos de reincidencia incluso suspensión temporal de actividades.
Rivera advirtió que la mayoría de los negocios “no va a estar lista”, en parte porque muchos dejaron el ajuste para el último momento.
Explicó que la ley no solo obliga a proporcionar sillas, sino a garantizar condiciones dignas para alternar la postura y prevenir afectaciones derivadas de largas jornadas de pie.
“Un ejemplo son meseros y meseras que trabajan ocho o diez horas de pie. Necesitan alternar esa posición con momentos para sentarse en una silla ergonómica que permita una postura correcta”, dijo.
La norma exige proveer sillas con respaldo suficientes para el desempeño del trabajo o para pausas de descanso, según la naturaleza del puesto.
También requiere incorporar periodos de reposo obligatorios en el Reglamento Interior de Trabajo, así como reglas claras sobre su aplicación.
Los negocios deberán ubicar las sillas en áreas designadas que no interfieran con la operación y definir la duración de las pausas, dejando constancia en su reglamento interno.
Rivera añadió que es indispensable permitir cambios de postura y pausas breves para sentarse, ajustadas a las funciones de cada puesto.
En cuanto al costo, señaló que las sillas que cumplen con las características mínimas solicitadas por la ley oscilan entre 600 y 800 pesos, aunque para algunos giros podría representar una carga adicional si requieren varias unidades o condiciones ergonómicas específicas.




