- Si bien la Policía Canina no es nueva en la entidad, actualmente ha cobrado relevancia derivada de la proximidad que están realizando con la población.
OMAR ROMERO
CANCÚN, Q. ROO.- Tienen el mejor olfato entre todos los integrantes de la Policía Quintana Roo y son los elementos más incorruptibles de toda la corporación.
Se trata de “Yeik”, un pastor belga malinois; “Aisa”, un pastor alemán; “Crazy”, otro pastor belga malinois; y 13 perros más de razas como pastor alemán holandés y golden retriever quienes forman parte de la Unidad Canina de la Secretaría de Seguridad Pública del estado.
Se encargan de detectar sustancias ilícitas en terminales marítimas o de autobuses en la entidad, así como de combatir otras conductas ilícitas de la mano de sus encargados, conformando un binomio muy relevante para la SSP.
J. Guadalupe García López, coordinador de enlace en zona norte y director de la Unidad Canina de la Policía estatal, explicó que los perros junto con elementos policiales trabajan en mancuerna y son utilizados en la detección de narcóticos, para ubicar cadáveres, entre otras acciones relacionadas con el combate a la delincuencia.
“Ahorita traemos 16 y tengo otros que los estamos alistando, de hecho, tenemos unos cachorros que también ya los estamos empezando a preparar. Llevamos una alimentación balanceada, el cuidado, por eso tenemos la formación de los binomios, ahí cada oficial se hace cargo de su perro, tenerles las instalaciones adecuadas e igual las patrullas las tenemos adecuadas para que anden con nosotros”.
Si bien la Policía Canina no es nueva en la entidad, actualmente ha cobrado relevancia derivada de la proximidad que están realizando con la población, pues los ciudadanos han tenido convivencias con los caninos.
Por supuesto es una actividad extra además de la labor operativa, pues entre sus acciones han ubicado droga y armas en diferentes operativos.
Para la selección de los perros, el director comentó que buscan una raza específica para este tipo de labores, además de aplicarles pruebas de temperamento y de socialización, incluso también perros de cruza pueden ser candidatos a formar parte de esta Unidad.
“Normalmente el entrenamiento se lleva a cabo unos dos meses, pero ya cuando el perro empieza a trabajar nunca termina su entrenamiento, al contrario, es cuando lo llevamos hacia la calle y es donde ya ellos empiezan a desarrollarse más. La mayoría los tenemos en doble propósito, nos ayudan con la cuestión de la nariz, pero también tienen la cuestión de guardia y protección”.
García López abundó que es una satisfacción trabajar con los perros, puesto que facilitan la labor de los elementos policiales, además de ser grandes compañeros.
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