- Un juez federal determinó que Florián Tudor permanecerá en el Reclusorio Norte, mientras se lleva a cabo su juicio de extradición a Rumania.
ABEL BARAJAS / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO. – Un juez federal determinó que Florian Tudor “El Tiburón” permanecerá sujeto a la prisión preventiva en el Reclusorio Norte, mientras se lleva a cabo su juicio de extradición a Rumania, país que lo reclama por los delitos de delincuencia organizada, extorsión y tentativa de homicidio.
Marco Antonio Fuerte Tapia, juez de control del Centro de Justicia Penal Federal en esa prisión capitalina, notificó esta noche al rumano los delitos por los que su país pretende repatriarlo y le impuso la privación de la libertad como medida precautoria, debido a que en México el primer delito que le imputan contempla la prisión preventiva de oficio.
Fuerte Tapia decretó la detención provisional con fines de extradición de Tudor en una audiencia que inició a la 22:15 horas y concluyó a la 23:51.
Originalmente, la diligencia fue programada para la 16:30 horas, pero la búsqueda de un traductor, un médico legista y los abogados particulares del extraditable, llevaron a que el juez autorizara un receso.
Con la resolución de Fuerte Tapia, ahora el Gobierno de Rumania tiene un plazo de 60 días naturales para formalizar el pedido de extradición, es decir, para enviar el expediente y las actuaciones del caso con el que pretende que le sea entregado “El Tiburón”.
En cuanto Rumania cumpla con el trámite, el juez Fuerte Tapia dictará una opinión jurídica sobre la procedencia o negativa de la extradición, aunque su decisión no es vinculante para las demás instancias que deberán pronunciarse al respecto.
Después del juez de control, la Cancillería deberá resolver si concede o no la extradición, pero la ley no le obliga a que su decisión sea coincidente con la del impartidor de justicia.
Si la Secretaría de Relaciones Exteriores determina extraditar a Tudor, éste todavía tendría la posibilidad de presentar un amparo que, en caso de recorrer dos instancias judiciales, podría tardar hasta un año en ser resuelto en forma irrevocable. El otro escenario es que el rumano se allane a la extradición y decida irse lo antes posible a su país, para evitar su estancia en una cárcel mexicana.
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