POR KUKULKÁN
LA ALCALDESA de Benito Juárez, Mara Lezama Espinosa no ha dejado de ir y venir, de apretar el paso a los suyos para cerrar bien las cuentas antes de dejar el cargo e irse a emprender la batalla electoral por la gubernatura de Quintana Roo. Quizá por eso, este sábado 29 de enero vendrá a Cancún el presidente Andrés Manuel López Obrador para anunciar la obra del puente vehicular que cruzará sobre la Laguna Nichupté para desahogar el tráfico que actualmente se concentra en la zona hotelera.
SE SABE además que el presidente viene a refrendar su compromiso de pavimentar la avenida Colosio, que es otro de los acuerdos de campaña de la alcaldesa Mara Lezama, y sin duda la presencia de López Obrador —su visita 16 al estado— es un espaldarazo a la candidata morenista a días de comenzar la veda electoral y con ánimos de persuadir a las huestes lopezobradoristas a apoyarla porque es parte de su equipo de la Cuarta Transformación.
DE ACUERDO con la agenda presidencial, el sábado 29, en punto de las seis de la tarde, estarán juntos públicamente, seguramente este sea uno de los últimos actos o quizá el último de Mara Lezama con Obrador quien presentará el programa de obras de infraestructura “para el fortalecimiento de Cancún”.
POR ESO minutos después de que en diciembre fuera ungida como la virtual candidata del Movimiento de Regeneración Nacional al gobierno quintanarroense, ella se prometió a sí misma a acelerar el paso, para agilizar toda obra, de manera especial la conclusión del Boulevard Colosio, obra de gran calado, con una inversión histórica y, por supuesto, con todo el respaldo de Obrador.
Y ASÍ HA SIDO, en viaje tras viaje de Cancún a la Ciudad de México, se le ha ido a Mara Lezama, gestionando en oficinas de la secretaría de Comunicaciones y Transportes y otras dependencias del gobierno federal para dar las últimas pinceladas al proyecto de modernización y rehabilitación de la ciudad de Cancún.
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EN EL PANISMO local hay inconformidad con la designación de Laura Fernández Piña y muchos de los que por años han venido formados para representar a su partido en la contienda por la gubernatura, se sienten decepcionados de haber preferido a una priista con larga trayectoria de corrupción y oscuros intereses con la dupla integrada por el ex gobernador Félix González Canto, así como el líder moral del Partido Verde, Jorge Emilio González Martínez.
LO MISMO pasa en el PRD, donde los inconformes anuncian que votarán por otras opciones, ante ello la candidata perredista busca ganar adeptos a las viejas estructuras del PRI, unas transferidas al Partido Verde, otras incrustadas en Morena y muy poco que se quedó el tricolor que, seguramente postulará como su candidata a Leslie Hendricks Rubio, quien goza de un perfil aceptable entre la población, es oriunda de Chetumal, pero no le ayuda el partido político que está en riesgo de desaparecer en las próximas elecciones.
PARA muchos de estos inconformes tanto con el Gobierno de la 4T, como con la injerencia del Niño Verde en este proceso electoral, la opción es el actor en retiro Roberto Palazuelos, que en pocas semanas ha recibido muestras de apoyo, pero también una campaña mediática de desprestigio que, en vez de dañarlo, lo está haciendo más atractivo para los indecisos.
LAS CRÍTICAS contra Palazuelos han ido en todos sentidos, incluidos señalamientos de estar vinculado con cárteles de la droga, nada comprobado, pero el denominador común ha sido su falta de experiencia política, como si eso le hubiera dado buenos resultados a la población. Los políticos expertos son los que han hecho fortunas desde el poder, ante esa situación la gente ha dejado de creer en los políticos porque se les considera mentirosos y rateros.
BASTA echar un vistazo a las reacciones que han provocado en las redes sociales las críticas que se han enderezado en contra del ‘Diamante Negro’ a quien comenzaron a llamar ‘Payazuelos’ y en respuesta, en lugar de que los cibernautas hicieran mofa del mote al actor, empezaron a vaticinar el futuro político de este empresario hotelero: “¡Mirrey será Gobernador!” “¡Yo voy con el Diamante Negro!”. El efecto búmeran está posicionando cada vez más al actor y podría dar una sorpresa si no adecua la estrategia mediática empleada por sus adversarios.
