NIDO DE VÍBORAS

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NIDO MÚSCULO EX GOBERNADORES v2
POR KUKULKÁN

AHORA que las lenguas viperinas de cascabeles, culebras y nauyacas andan muy venenosas, ya hay quienes se han puesto a comparar el músculo mostrado en su momento por cada uno de los ocho gobernadores que ha tenido el estado de Quintana Roo, a 47 años de su fundación.

LA REGLA no escrita del sistema político mexicano es que ‘gobernador no pone gobernador’; es el Presidente de la República quien ha tenido la facultad discrecional de imponer a los candidatos a gobernador, y en el gobierno de la Cuarta Transformación se sigue reproduciendo el mismo mecanismo de ‘selección’.

EN una jugada que ahora lo coloca a salvo de cualquier venganza del grupo político a cuyos integrantes procesó y encarceló por cometer actos de corrupción con recursos del patrimonio público estatal, el gobernador Carlos Joaquín González optó por no pelearse con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y contribuyó para convertir en gobernadora a Mara Lezama Espinosa con quien el mandatario quintanarroense guarda excelente relación a pesar de no haber sido su candidata.

HACE 47 años fue designado como primer gobernador del estado al chetumaleño Jesús Martínez Ros, quien al concluir su mandato no tuvo otra más que respetar la máxima del PRI hegemónico de que toca al Presidente en turno elegir a los candidatos a gobernador y de esa forma fue como el cozumeleño Pedro Joaquín Codwell, con apenas 29 años de edad, conquistó la simpatía del gran elector, encarnado en aquella época en el Presidente José López Portillo.

LLEGADA la sucesión, el gobernador cozumeleño pretendió perfilar como candidato a su más confiable colaborador en ese entonces, Erick Paolo, pero un trágico accidente terminó con esa posibilidad y los dardos se cargaron hacia otro cozumeleño, el doctor Miguel Borge Martín, que contó con el apoyo del Senado de la República y quien al concluir su mandato hizo hasta lo imposible por dejar a su pupilo, Arturo Contreras. No lo logró.

El CHETUMALEÑO Mario Villanueva Madrid quien en 1993 fungía como senador de la República, fue designado candidato al gobierno de Quintana Roo con el apoyo del también entonces candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, victimado hace 28 años. Al acercarse su sucesión Villanueva pretendió, sin éxito, dejar a Jorge Polanco, su secretario de Gobierno.

LA SILLA estatal fue finalmente ocupada por el también chetumaleño Joaquín Hendricks Díaz, quien a su vez preparó como su gallo a sucederlo a Víctor Alcérreca cuya aspiración fue descarrilada cuando se difundió que era originario del vecino estado de Yucatán, lo que le impidió participar y con ello dejarle el paso libre al cozumeleño Félix González Canto.

CON EL PAN en Los Pinos se rompió la máxima priísta y González Canto no sólo logró imponer a su pupilo Roberto Borge Angulo, sino también al sucesor de este, Mauricio Góngora Pimentel quien perdió en las urnas contra el actual gobernador Carlos Joaquín González

LAS HUESTES de El Gato Félix festejan su power en esos menesteres, aunque a la distancia habría que valorar si fueron las mejores decisiones, pues tanto Roberto Borge como Mauricio Góngora pisaron la cárcel y enfrentan procesos penales por corrupción cuyo desenlace aún se desconoce.

@Nido_DeViboras