Por KUKULKÁN
LA PRIMERA Transformación en Quintana Roo ha sido la del Partido Verde Ecologista, donde dirigentes y militantes cambiaron la playera verde por la guinda para ocultarse del descrédito en el estado de su líder moral Jorge Emilio González Martínez, ‘El Niño Muerde’, y ser aceptados por las masas que apoyan en el estado al presidente Andrés Manuel López Obrador.
GUINDAS por fuera y verdes por dentro, los seguidores de ‘El Niño Muerde’, apoderados de los ayuntamientos de Benito Juárez, Puerto Morelos y ahora del gobierno del estado, han empezado una purga administrativa de morenistas de cepa por la rebatinga de puestos públicos que ya desbordó en el primer conflicto entre la alcaldesa Ana Patricia Peralta y su secretaria municipal de Desarrollo Social y Económico, Maricruz Carrillo Orozco, por supuestamente estar haciendo actos anticipados de campaña con recursos públicos.
PERO lo que sucede en Benito Juárez también ocurre en el gabinete estatal integrado en su mayoría con personajes afines a ‘El Niño Muerde’, las cuotas de poder a los partidos aliados, así como las respectivas de los grupos fácticos del estado que deciden sobre la economía y, desde luego, también sobre la política. Los acuerdos entre el presidente Andrés Manuel López Obrador, el ex gobernador Carlos Joaquín González y Jorge Emilio González permitieron esta mezcolanza que no termina de acomodarse, siguen los nombramientos y reacomodos en los diferentes organismos autónomos y las paraestatales.
NO SÓLO han transformado el color de la camiseta, también el discurso. A los secretarios de gabinete, algunos muy fifís, ya se les escucha usar conceptos como austeridad republicana, brecha de desigualdades sociales, recomposición del tejido social y toda la narrativa lopezobradorista aunque ni siquiera entiendan el sentido de las palabras. Se montaron en una lucha social que no experimentaron, que no sienten y que mucho menos entienden, pero que había que adoptar porque la moda para estar en el Top de la política, es Morena. Todo con el fin de alcanzar el poder, no importa que sea un partido de izquierda, acusado de comunista por los detractores. El fin justifica los medios.
LA ÚLTIMA vez que a ‘El Niño Muerde’ se le vio en público en Cancún, fue durante el proceso electoral de gobernador del estado, el pasado 5 de junio, cuando acudió a depositar su voto a la casilla ubicada sobre la avenida Bonampak y el kilómetro cero de la zona hotelera. Al salir, fue abordado por los reporteros ante quienes brevemente dijo que estaba retirado de la política con lo que se resbaló de las preguntas que estaban en toda la opinión pública, sobre las acusaciones hechas en su contra por la ex verde ecologista Laura Fernández Piña de estar detrás de la campaña de la triunfadora Mara Lezama y manejar la administración estatal para hacer negocios particulares. El mismo señalamiento hizo el candidato emecista José Luis Pech Várguez.
RECIÉN tomó posesión Mara Lezama, los reporteros del centro del país le preguntaron al líder de Morena, Mario Delgado sobre esa aviesa influencia de Jorge Emilio sobre la nueva gobernadora, a lo que este respondió que ella no es una mujer influenciable, ‘quienes afirman eso, se ve que no la conocen, es una luchadora social que arrolló en las elecciones con el 57 por ciento de la votación’ (sí, efectivamente, pero con una participación de apenas el 30 por ciento del electorado).
QUIENES la conocen dicen que Mara es una mujer de convicciones y no tienen duda de que asumirá con altura el compromiso de instaurar la Cuarta Transformación, acabar con la corrupción, de arriba hacia abajo, como se barren las escaleras; acortar la brecha de desigualdades sociales entre el norte y el sur del estado; llevar desarrollo hasta la última comunidad del estado; diversificar la economía estatal, preponderantemente dependiente del turismo. La situación económica del estado que heredó de la anterior administración ha complicado el arranque del gobierno de Mara quien no cuenta con recursos suficientes para cerrar el año porque la mayoría del presupuesto ya se ocupó y el entrante de 2023 comienza a fluir hasta el primer trimestre. Así que a ajustarse los cinturones.
