- Alquilaron un hotel flotante para trabajadores petroleros de forma irregular; resultó una plataforma chatarra.
VÍCTOR OSORIO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Alquilaron un hotel flotante para trabajadores petroleros de forma irregular; resultó una plataforma chatarra inhabitable que lleva cuatro años abandonada y que representa un riesgo para las operaciones de Pemex en la Sonda de Campeche, para la navegación y para el medio ambiente, ahora le toca a la Secretaría de Marina intentar resolver el problema.
El Diario Oficial de la Federación publicó ayer una declaratoria de abandono de la plataforma autoelevable Strategic Excellence, localizada a 30 kilómetros al nor-noreste de Frontera, Tabasco.
“Queda en evidencia un notable avance en el deterioro que presenta la plataforma Strategic Excellence, incrementando las probabilidades de que ocurra un accidente o incidente con la misma”, alertó.
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La plataforma sería propiedad de una empresa con sede en Dubai y habría llegado al Golfo de México luego de varios subarriendos.
En julio de 2016, la Dirección de Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes otorgó a la empresa Proyectos y Cimentaciones Industriales autorización para la permanencia en aguas nacionales de la plataforma para uso habitacional (flotel) de trabajadores petroleros.
La empresa había suscrito en diciembre de 2015 un contrato por 567 millones de pesos con Pemex, todavía con Emilio Lozoya como director de la paraestatal, para brindar servicios de hotelería y alimentación a trabajadores.
De hecho, Strategic Alliance se encontraba ya en operación al momento de la autorización de la SCT.
La entonces diputada Rocío Nahle, actual Secretaria de Energía, denunció que la titular de la Unidad de Enlace Legislativo de Pemex, Rosario Brindis Álvarez, era cónyuge de Alberto Ríos Treviño, representante de Proyectos y Cimentaciones Industriales y había influido en la asignación del contrato.
A mediados de 2017 se denunció el deterioro de la plataforma, sin embargo, el flotel siguió operando, incluso vencida la autorización de la SCT, hasta que sus trabajadores fueron abandonados por la empresa y rescatados por la Semar.
Desde 2018 se ordenó a la propietaria de la plataforma su retiro de aguas mexicanas, lo cual no ha cumplido hasta ahora.
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