- Por primera vez desde la pandemia, Erik Jaramillo y su familia recorrieron 20 kilómetros que los separan de su abuela en el Panteón de San Lorenzo.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Por primera vez desde la pandemia, Erik Jaramillo y su familia recorrieron 20 kilómetros que los separan de su abuela en el Panteón de San Lorenzo Tezonco.
La familia Jaramillo viaja de Granjas México hasta la Alcaldía Iztapalapa para retomar la tradición.
“Cómo falleció en tiempos de Covid-19, los panteones estaban saturados entonces solo pudimos enterrarla hasta acá”, detalló Erik.
Desde las 8:00 horas que abrió el panteón, junto con sus padres empezaron a limpiar la lápida donde descansa su abuela, María Teresa, además de decorarla con flores de cempasúchil y comida que le gustaba en vida.
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La música se hace presente en el panteón como una manera más de recordar a sus seres queridos.
Mientras suena “El Muchacho Alegre”, Víctor Castillo le da una mano de pintura a la tumba de su sobrino, Brando Vargas, quien falleció hace tres años, con tan solo 21 años de edad.
“Nos turnamos en la familia y hoy me tocó venir a mí, yo sólo le rezo y pido por su descanso eterno”, indicó mientras un par de músicos le tocan las mañanitas.
La Alcaldía previó alrededor de 250 mil visitantes en los panteones, una de ella fue Rosalinda Centeno, quien limpió y decoró con su familia la tumba de su hermano, quien murió en 2020.
“Nosotros venimos seguido, pero ahora sí tenía como dos meses, ahorita sólo le estamos poniendo flores y adornos, pero en casa también le ponemos veladoras y su comida favorita que era pura comida chatarra”, recordó.
El panteón de Tezonco es uno de los pocos en donde se les permite a los familiares permanecer toda la noche.
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