- El estallido interrumpió el bullicio alrededor de los puestos instalados sobre Eje 1 Norte Granaditas.
GLADYS FERRER / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- El estallido interrumpió el bullicio alrededor de los puestos instalados sobre Eje 1 Norte Granaditas.
Por algunos segundos se callaron los vendedores que se desgañitaban al anunciar sus ofertas y los clientes que regateaban.
Luego voltearon al edificio de cuatro niveles que tenían en frente, de donde provino el sonido, y fijaron su mirada en la techumbre de la que ya sobresalían algunas llamas.
Eran las 18:00 horas y unos cinco minutos después parecía que el incendio se había salido de control.
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El fuego ya abarcaba los más de 200 metros cuadrados que tiene el último piso del inmueble, ubicado en la esquina con la Calle González Ortega.
Los reportes de las autoridades señalan que el sitio funcionaba como una bodega donde se almacenaban textiles sintéticos y calzado, por eso la humareda que emanaba era espesa y negra.
El ambiente de desparpajo que caracteriza a los comerciantes se transformó en una crisis de pánico, pues el fuego arreciaba y los vehículos de emergencia no llegaban.
Batallan para atender la emergencia
Aunque traían la sirena abierta, batallaron unos 10 minutos más de lo normal para abrirse paso entre los coches, el transporte público, las motonetas y más puestos.
La mayoría de vendedores adelantó el final de su jornada y quitó sus productos con todo y las rejillas metálicas que usan para exhibirla, ante el temor de quedarse sin nada.
Hubo a quienes se les escaparon algunas lágrimas, mientras jalaban las lonas, donde apilaron su mercancía, para alejarse lo más posible.
Las primeras cuadrillas de bomberos ingresaron al edificio y verificaron que no había personas al interior, pues a esa hora ya habían concluido las actividades.
Enseguida comenzaron a combatir el fuego, mientras que otro grupo de vulcanos lo hizo desde el exterior.
Así evitaron que las llamas se propagaran al resto de pisos del inmueble, como sospechaba la mayoría de comerciantes que ahí guarda mercancía.
Para facilitar las maniobras, los policías establecieron un perímetro de seguridad y evacuaron a unas 500 personas.
Algunas se aferraron a permanecer cerca, pero luego cedieron al notar que sólo entorpecían el acceso de pipas y más socorristas.
Lo mismo ocurrió con la Alcaldesa, Sandra Cuevas, el Secretario del Gobierno central, Martí Batres, y la diputada local, María Rosete, quienes acudieron durante la movilización.
Tras dos horas de labores, el humo blanco anunció el final del incendio y en Tepito se volvieron escuchar risas y albures.
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