NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

EN EL PERIODO neoliberal en Quintana Roo era más que imposible que las mujeres pudieran aspirar a ocupar la gubernatura y las valientes que lo intentaron fueron sometidas por campañas mediáticas de desprestigio, para después ser enviadas al ostracismo. El caso emblemático que ilustra la misoginia institucional de los gobiernos priistas, fue el de la cozumeleña Sara Latife Ruiz Chávez cuando quiso influir en la decisión del gobernador Félix González Canto realizando un masivo evento de apoyo que se interpretó como un adelantado destape cuya euforia duró unas cuantas horas porque al día siguiente la línea en los medios locales fue señalar a la priista como una traidora y mal agradecida con ‘El Maestro’ quien se sabía tenía predilección por Roberto Borge Angulo, tal como sucedió.

NO FUE TANTO el autodestape adelantado de Sara Latife como las alusiones a la falta de hombría del gobernante, lo que entonces molestó a Félix. Durante el evento de apoyo, la ex alcaldesa Magaly Achach sacó un cartón repleto de huevos, lo elevó alto con sus manos, para decir explícitamente que eso es lo que les ha faltado a los gobernantes. La cozumeleña fue enviada como diputada federal y posteriormente al ostracismo por no respetar la máxima de la picardía mexicana: no se condena el pecado sino el escándalo. Roberto Borge fue más implacable con las mujeres y sólo contempló algunas en su gabinete. En cambio, Carlos Joaquín González cumplió con la cuota de género en su equipo de gobierno, 50 y 50 presumía, pero sólo fue en cantidad no en calidad.

EL RUMBO cambió en 2018 cuando por primera vez en la historia estatal tres mujeres postuladas por la alianza ‘Juntos Haremos Historia’ se convirtieron en presidentas municipales, tres años después ocho de once alcaldes son mujeres y, a partir de 2022, Mara Lezama Espinosa se convirtió en la primera gobernadora de Quintana Roo, después de ocho gobernadores varones y las condiciones sociales de las mujeres prometen seguir mejorando ahora que ella es la titular del Poder Ejecutivo, y tiene como uno de los ejes de acción de su gobierno la protección hacia madres, esposas, hijas, trabajadoras o profesionistas así como su compromiso ante la CONAGO en su calidad de presidenta de la Comisión de Equidad y Género.

EN EL GABINETE federal hay quienes comentan que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene dos fieles gobernadoras consentidas: Claudia Sheinbaum Pardo en la Ciudad de México y la quintanarroense Mara Lezama, quien ha ido cultivando una estrecha relación durante las visitas de supervisión de las obras del Tren Maya, que el mandatario federal realiza cada 15 días a los cinco estados del sureste mexicano por donde se instalan los mil 500 kilómetros de vías y sus respectivas estaciones. También se le ve como una de las impulsoras de la candidatura de la ex Jefa de Gobierno capitalina para la Presidencia de la República en 2024.

LA CORRIENTE feminista dentro del gobierno de la 4T sostiene que la transformación de fondo sería que por primera vez en la historia de México una mujer se convierta en presidenta de la República y a ese llamado solidario se han sumado también las gobernadoras Marina del Pilar, Baja California; Indira Vizcaíno, Colima; Evelyn Salgado, Guerrero; Lorena Cuéllar, Tlaxcala; y Layda Sansores, Campeche, quienes abiertamente han declarado su simpatía por Claudia Sheinbaum, a quien consideran la política más leal al proyecto de transformación de López Obrador y quien continuará con la misma línea de gobernar que muchos de sus seguidores proclaman mientras que los adversarios rechazan la continuidad y prefieren una opción más negociadora como lo sería la otra corcholata presidencial, Marcelo Ebrard Casaubon, quien también cuenta con sus huestes electorales que están dedicados a hacer la chamba en los diferentes estados. La verdadera elección será ésta.

@Nido_DeViboras