NIDO DE VÍBORAS

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Por KUKULKÁN

DE LA ERA de los gobiernos patriarcales en Quintana Roo, durante 48 años de fundación como estado libre y soberano, sólo uno logró escalar altos cargos destacados tanto en la política nacional como la administración pública federal: Pedro Joaquín Coldwell, los otros siete no destacaron más allá de los cargos de elección popular (alcaldes, diputados o senadores) recorridos previamente para alcanzar la silla principal del Palacio de Chetumal, inclusive dos de ellos continúan en prisión al resultar involucrados en delitos graves.

AL MENOS esa es la percepción creada y difundida desde el centro de la república por la clase política dominante en tiempos del modelo neoliberal. Por eso a nivel nacional Pedro Joaquín es el referente del político quintanarroense exitoso y los malos de la película, hasta ahora, son Mario Villanueva Madrid, juzgado por narcotráfico, y Roberto Borge Ángulo, quien enfrenta cargos por corrupción y delincuencia organizada. Sin éxito, cada uno se ha defendido legalmente ante tribunales federales para demostrar su inocencia.

A NIVEL estatal, Mario Villanueva siempre ha sido respetado por su desempeño y atribuyen su castigo por sublevarse al entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León. Particularmente sus paisanos de la capital Chetumal lo ven como un gran líder político, sobre todo en estos tiempos de relevo generacional coincidente con un escenario en que la clase política local luce pulverizada. De hecho, a Mario se le recuerda como el último gobernador preocupado y ocupado en formar cuadros para el futuro, pero estos fueron destruidos o cooptados una vez que abandonó el poder para huir de la orden de aprehensión activada en su contra y de la que no pudo escapar.

NO GOZA del mismo cariño ciudadano el ex gobernador cozumeleño Roberto Borge por su estilo autoritario y rapaz de gobernar en medio de excesos, abusos y represión totalmente fuera de la ley, por lo cual hoy lleva más de siete años en prisión. Dos son los que cargan el desprestigio por diversos lugares donde se hacen presentes, el chetumaleño Joaquín Hendricks Díaz y el cozumeleño Félix González Canto. El segundo encabezó una campaña para desprestigiar al primero, quien fue declarado por el Congreso del estado como persona non grata y en su momento se le satanizó por la ‘escandalosa’ deuda pública de mil millones de pesos que dejó.

SU CASO fue superado por quien lo sucedió y elevó la deuda pública a 13 mil millones de pesos. Aunque a ambos les tocó gobernar durante los doce años en que la silla presidencial estuvo en poder del PAN, Félix González encontró un escenario favorable porque como gobernador del PRI, opositor y en la orfandad política, se convirtió en negociador directo con el presidente de la república. A esta generación de gobernadores del país, el presidente Felipe Calderón Hinojosa los calificó públicamente como ‘virreyes’ por la manga ancha como ejercieron el poder.

TAMBIÉN están los gobernadores bonachones, a quienes todos buscan acercarse y saludar, los que gozan de mejor imagen entre la gente, los que no abusaron del poder, a los que se invita a todos los eventos oficiales sin temor de recibir un sólo reproche: el chetumaleño Jesús Martínez Ross y el cozumeleño Miguel Borge Marín, el primero y el tercer gobernador del estado. Cuando a Borge se le ha llegado a preguntar quién ha sido el mejor gobernador, con ingenio responde que sólo sabe quién es ‘el mejor exgobernador: Yo’.

EN TIEMPOS de la Cuarta Transformación, guardadas sus proporciones, la primera gobernadora Mara Lezama Espinosa, con menos tiempo en política, pero con una amplia, carrera como periodista social, ha logrado en el primer año de gobierno una inversión federal sin precedente, como parte de su buen trabajo de gestoría ante la federación que no se les dio tan sencillamente a sus antecesores. Por ejemplo, el Puente de la Nichupté es un viejo proyecto de los gobiernos del periodo neoliberal que tuvo su mayor esperanza durante la administración de Enrique Peña Nieto que de último momento canceló la inversión. El tema lo volvió a poner sobre la mesa el ahora ex gobernador y embajador Carlos Joaquín González, pero bajo un esquema de financiamiento mixto, privado y público garantizada la recuperación con la concesión a futuro para el cobro de peaje.

EL PUENTE actualmente se construye con inversión pública y será totalmente gratuito. Otro proyecto viejo era el Aeropuerto de Tulum para el cual en tiempos de Félix González ya se había especulado con la compra de terrenos aledaños al proyecto y fue rotundamente rechazado por el entonces presidente Calderón. Ahora es una realidad que comenzará a operar en diciembre entrante junto con otras obras de gran envergadura urbana como el Tren Maya, así como el paquete de cinco obras para Cancún que darán movilidad al flujo turístico. Mara se subió al tren de la transformación, con el gran apoyo no sólo del presidente Andrés Manuel López Obrador sino de la sucesora Claudia Sheinbaum Pardo. La imagen de la gobernadora quintanarroense al lado de la ungida con el bastón de mando, alzado conjuntamente al cielo, puso a más de uno a hacer futurismo político con rumbo al gabinete federal.

@Nido_DeViboras