‘Los Gobiernos nos estigmatizan’

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'Los Gobiernos nos estigmatizan'
  • Desde hace 9 años en la cancha de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, en Ayotzinapa, permanecen intactas 43 butacas en las que figuran carteles con la imagen de los normalistas desaparecidos.
JESÚS GUERRERO / AGENCIA REFORMA

TIXTLA, GUERRERO.- Desde hace 9 años en la cancha de usos múltiples de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, en Ayotzinapa, permanecen intactas 43 butacas en las que figuran carteles con la imagen de los normalistas desaparecidos en Iguala entre la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.

Los muros de las instalaciones están repletos de murales con diversas imágenes. Eso le da un toque especial a esta institución educativa fundada en 1926 y que refleja la trayectoria de la ideología y conciencia de lucha que tiene esta emblemática escuela en Guerrero.

Entre los rostros plasmados en los murales están los de Vladimir Lenin, León Trotsky y Karl Marx, ideólogos revolucionarios del siglo XIX, y de los guerrilleros guerrerenses Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas, así como el del argentino Ernesto “Ché” Guevara.

“Todos los Gobiernos nos han estigmatizado. Nos dicen revoltosos, nos dicen guerrilleros porque le exigimos a las autoridades que nos resuelvan nuestras demandas que benefician a nuestra escuela”, dice uno de los dirigentes de la escuela entrevistado en estas instalaciones.

En las fachadas de los dormitorios también hay murales con las imágenes de normalistas que han sido asesinados.

Están los rostros de Gabriel de Jesús Echeverría y Jorge Alexis Herrera, quienes el 12 de diciembre de 2011 murieron baleados durante un desalojo en la Autopista del Sol que perpetraron agentes de la desaparecida Policía Federal, la Policía Estatal y la Policía Ministerial, en el primer año de Gobierno del perredista Ángel Aguirre Rivero.

El líder estudiantil recuerda que los normalistas protestaron en la carretera para exigir solución a las necesidades que requería la escuela.

“Aguirre Rivero anda como si nada; él es responsable de lo del 12 de diciembre de 2011 y en 2014 de la desaparición de nuestros 43 compañeros, debería de estar en la cárcel”, acusa el dirigente.

El líder de Ayotzinapa dice que en 2026 la normal cumplirá 100 años y asegura que, desde que se fundó, ha vivido una lucha constante en contra de que el Gobierno la desaparezca.

“Hemos sufrido represión de todos los Gobiernos y muchos compañeros han sido asesinados”, asevera el dirigente de la Normal, quien no proporciona su nombre y durante la entrevista utiliza un cubrebocas.

El 12 de octubre de 1987, un contingente de normalistas rurales de Ayotzinapa y de otras normales del país salió de Ayotzinapa rumbo a Chilpancingo para realizar una protesta.

Durante la mañana de ese día una de las salidas del plantel que da acceso a la carretera Chilpancingo-Tixtla estaba apostado un grupo de la entonces policía motorizada estatal, que al ver a los jóvenes empezó a disparar.

Durante la agresión murió a balazos el estudiante de la Normal Rural de Campeche, Juan Manuel Huikan. Este nombre aparece en una placa en un salón de la escuela.

“El próximo 12 de octubre se cumplen 36 años de que aquí mismo, en las instalaciones de la escuela, nos asesinaron al estudiante Juan Manuel Huikan; así como él, otros compañeros han corrido la misma suerte”, lamenta.

A pesar de todos los acontecimientos que han ocurrido en Ayotzinapa, cada inicio de ciclo escolar la demanda de jóvenes que quieren estudiar aquí es alta.

Un joven de nuevo ingreso originario de Tixtla y que es primo de uno de los 43 desaparecidos cuenta que desde niño siempre quiso estudiar en Ayotzinapa.

“Es un orgullo estar en esta escuela porque aquí aprendemos a tener una conciencia social”, dice el normalista de primer año, que se encarga de limpiar y darle de comer a los puercos de crianza. 

Las instalaciones de Ayotzinapa es una extensión que cuenta con terrenos para la agricultura. “Aquí sembramos maíz, frijol, calabaza, chile y flores”, cuenta el estudiante.

Carlos, un alumno de segundo año y que se dedica a pintar los muros de la escuela y las mantas que se utilizan durante las jornadas de protesta, asegura que él logró estar dentro de esta escuela a pesar de todas las adversidades.

“Jaguar”, como le gusta que le digan, explica que es originario de la comunidad de Zoltotitlán, del municipio de Mártir de Cuilapan. De ese lugar, ubicado a 40 minutos de distancia de las instalaciones de Ayotzinapa, era originario Miguel Ángel Mendoza Zacarías, uno de los 43 normalistas desaparecidos.

“Yo quise estudiar aquí en Ayotzinapa porque sabía que iba encontrar apoyo para manifestar mi arte a través de la pintura”, menciona Carlos, quien dirige a un grupo de primer año para realizar las mantas que utilizan en las protestas para exigir la presentación de los 43 normalistas.

Para el ciclo escolar 2023-2024 hubo 100 jóvenes que aprobaron el examen académico de admisión y luego la llamada “semana de prueba”, que consiste en la práctica de ejercicios físicos y labores de siembra en el campo.

Marco Antonio Venegas Cortés, un aspirante que apenas iniciaba la semana de adaptación en Ayotzinapa, desapareció y días después su cadáver fue hallado en las afueras de Tixtla.

Ya transcurrieron dos meses de esos sucesos y hasta el momento la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha informado el resultado de las investigaciones.

Sin respuesta

A casi una década de la desaparición de 43 normalistas y el asesinato a balazos de tres en Iguala, el líder estudiantil reclama la falta de palabra del Presidente Andrés Manuel López Obrador para aclarar los hechos.

“El Presidente prometió a las madres y padres de los 43 que haría justicia y que se sabría el paradero de los normalistas, pero han sido sólo mentiras y sólo se dedica a proteger al Ejército”, denuncia el dirigente de Ayotzinapa.

“Hay pruebas de que el Ejército está involucrado en todos esos hechos, porque aquí en nuestra normal tenía infiltrados y además en Iguala participó en la desaparición”.

Según informes de la Comisión de la Verdad para el caso Ayotzinapa, uno de los 43 normalistas desaparecidos, Julio César López Patolzin, estaba como infiltrado en la normal y daba información de lo que sucedía en este plantel educativo.

“¿Entonces, si el Ejército tenía aquí en nuestra organización un infiltrado por qué los mandos militares dicen que no saben dónde están los 43 y qué es lo que les ocurrió?”, pregunta el líder de Ayotzinapa.

El normalista señala que ya se cumplen 9 años de la desaparición de los 43 jóvenes y a ellos, los de su generación, les toca cumplir con la promesa de que: “tenemos 43 razones para seguir en la lucha”.

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