- Tras el debate entre la “Alianza Antirruido en Mazatlán”, que busca sacar de las playas de este puerto a las bandas de música, el Ayuntamiento y músicos llegaron a un acuerdo.
MARCOS VIZCARRA / AGENCIA REFORMA
MAZATLÁN, SINALOA.- Tras el debate entre la “Alianza Antirruido en Mazatlán”, que busca sacar de las playas de este puerto a las bandas de música, y la población, que acusa la gentrificación del puerto porque se privilegia a extranjeros sobre el sustento de decenas de familias, el Ayuntamiento y músicos llegaron a un acuerdo.
El Gobierno municipal inició la regulación de las bandas musicales con el reparto de permisos y el establecimiento de lugares específicos para tocar así como horarios ampliados.
“El horario es normalmente en playa hasta las 10 de la noche. Saliendo de la playa podemos trabajar en los estacionamientos a un lado del hotel Emporio, hasta la 1:00 de la mañana”, señaló Jesús Javier García, líder de uno de los sindicatos de la Banda en Mazatlán.
“Son las reglas que nos dieron a nosotros y es una ganancia. Los lugares que nos pusieron para seguir trabajando, en el permiso hasta la 1:00 de la mañana, es en la (glorieta) Sánchez Taboada y está el estacionamiento del (hotel) Emporio. Van a buscar otro más, un tercer lugar”, detalló.
Esta negociación diluye el descontento social, pero de no respetarse, los músicos amagan con reactivar su manifestación el 8 de abril, día del eclipse solar que se verá de manera total en Mazatlán.
Para ese día hay reservaciones agotadas en hoteles y departamentos, y se espera la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador para admirar el evento.
El debate
“Las élites de Mazatlán buscaban las cuerdas y el pueblo agarró la tambora. La música, el arte y la cultura hacen comunidad, la música no la hace el dinero sino el corazón”, se lee en libro “Germán Lizárraga, el heredero”, de Cristian Daniel Torre, y presentado el año pasado en el Congreso de Sinaloa.
Este viejo debate ahora fue desempolvado por Ernesto Coppel Kelly, empresario hotelero y quien es visto como impulsor de la iniciativa para modificar lo que se escucha en los kilómetros de arena, Malecón y Bulevar mazatleco.
“Me dicen los turistas gringos que hace de Mazatlán un destino chafa”, argumentó el hotelero en un video.
Coppel Kelly, miembro de una familia adinerada de Sinaloa y dueño de lugares como Pueblo Bonito Emerald Bay e inversionista de hoteles en Los Cabos (Baja California Sur), San Miguel de Allende (Guanajuato) y Cancún (Quintana Roo), inició así una revolución con los cientos de miles de habitantes que nacieron, comen, festejan y duermen con la tambora por herencia de sus antepasados.
Los inconformes, unos 19 hoteleros y dueños de torres de departamentos, quienes crearon la “Alianza Antirruido en Mazatlán”, buscan reducir el número de agrupaciones de banda en playas, lo cual generó la polémica y rechazo.
Mientras ellos apuestan por un orden, músicos, pobladores y en redes sociales y espacios de Mazatlán se advierte gentrificación, porque se le da preferencia a personas ajenas al puerto, principalmente turistas extranjeros, quienes se han quejado del ‘ruido’.
En medio, el Ayuntamiento negocia: primero informó la regulación de imponer un horario para los grupos musicales, después que sólo daría permisos para 15 chirrines (grupos de sólo tololoche y acordeón) y 12 bandas para operar en las playas.
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