- Por qué muchos jóvenes no salen a votar? Patricio, de 23 años y estudiante de la UANL, responde que para su generación el costo de vivir es muy alto.
IMELDA ROBLES / AGENCIA REFORMA
MONTERREY, NL.- ¿Por qué muchos jóvenes no salen a votar? Patricio, de 23 años y estudiante de la UANL, responde que para su generación el costo de vivir es muy alto. Pese a trabajar, resulta casi imposible independizarse por el precio tan elevado de rentar una vivienda.
Ni pensar en comprar casa.
“Siento que mi generación está un poco resentida por el hecho de que el País apuesta muy poco por nosotros”, dice el joven.
“Mi generación está más enfocada en sí misma, se enfrentan a una sociedad que no pensó en ella mucho, que le dejó las cosas muy difíciles y ahora hay que ver cómo le van a hacer, sin pensión en el futuro, y hay que enfrentarse a un mercado laboral súper competitivo”.
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No se siente identificado con ninguna propuesta de los candidatos a la Presidencia de México; considera que sólo le apuestan a las mamás y adultos mayores para comprar votos.
Patricio parece representar a los jóvenes, grupo poblacional con la más baja participación en las elecciones del 2021 para Gobernador.
En el Estado, ni siquiera la mitad de los jóvenes de entre 25 a 34 años votaron en las recientes elecciones. Esto pese a que el Gobernador emecista Samuel García, hoy de 36 años, presume representar a esta población.
Cifras del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Nuevo León arrojan un abstencionismo del 60.30 por ciento en personas de 25 a 34 años de edad en los comicios del 2021 para elegir al Mandatario estatal.
Mientras que los más jóvenes, de 18 a 24 años, van por el mismo camino. Hubo un abstencionismo del 56.50 por ciento, siendo el segundo grupo que menos vota.
¿Pasará lo mismo ahora en las presidenciales?
BAJA PARTICIPACIÓN
La baja participación de los jóvenes es una tendencia que viene desde elecciones pasadas.
Son los adultos de 60 años o más los que más salieron a votar en el 2021 en Nuevo León. Para la elección de Gobernador registraron una participación del 61.70 por ciento y un abstencionismo del 38.30 por ciento.
En Monterrey tampoco votaron ni la mitad de los jóvenes.
Entre los de 25 a 34 años de edad hubo un abstencionismo del 56.53 por ciento, mientras que en el grupo de 18 a 24 años de edad el abstencionismo fue del 51.24 por ciento.
Igualmente, los adultos de 60 años o más son quienes tuvieron la mayor participación.
MENSAJE NO LLEGA A LOS JÓVENES
Politólogos coinciden en que los candidatos deben renovar sus campañas y escuchar qué necesitan los jóvenes.
Es decir, no basta con que la persona candidata sea joven y use redes sociales, porque el mensaje no está impactando en esta población para moverlos a ir a votar.
Patricia Fernández Guajardo, directora de la Licenciatura en Ciencia Política y Gobernanza de la UDEM, indica que los jóvenes, principalmente los nacidos después de la alternancia del poder en México (2000), ven la política y la democracia de una forma muy distinta a las personas más adultas.
“Han nacido en una época distinta y a lo mejor queremos reproducir los discursos que nosotros recibimos y que a nosotros nos convencían de la democracia”, indica Fernández.
“Y a lo mejor a la población joven estos discursos no les dicen nada. Creo que tanto partidos como instituciones deberíamos estarnos preocupando de qué motiva a una persona joven a involucrarse en algo, porque de que se involucran, se involucran, entonces: ¿qué es lo que les mueve?”.
La desconfianza ha crecido, agrega, y a los jóvenes no les queda claro si su voto incidirá en algo.
Sostiene que para convencer realmente a las juventudes, deben ir más allá de estrategias en redes con “musiquita y bailecitos”.
Alejandro Díaz Domínguez, politólogo especialista en medición electoral de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey, dice que también sucede que quienes votaron por primera vez luego pierden el interés y no vuelven a hacerlo.
Está comprobado, indica, que cuando en las campañas hay propuestas que les hablan a las juventudes, sí salen a votar.
“Pero cuando no existe este fenómeno, es decir, cuando las campañas no les dicen mucho, los temas en discusión no les atañen de manera más directa y nadie hace el esfuerzo por escuchar su voz, pues se va perdiendo el interés y empiezan a dejar de votar”, sostiene Díaz Domínguez.
“Lo que hemos dicho en el caso Nuevo León es que muchos jóvenes, ellas y ellos, sienten que no necesariamente las personas en la política les van a escuchar”.
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