- Jinetes y caballos se abren paso en los lugares donde elementos y patrullas no pueden acceder, se trata de la Unidad de Policía Metropolitana Montada de la CDMX.
VIRIDIANA MARTÍNEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Jinetes y caballos se abren paso en los lugares donde elementos y patrullas no pueden acceder. Se trata de la Unidad de Policía Metropolitana Montada de la Ciudad de México, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Con más de 100 años de historia, la modernización ha respetado su necesaria prevalencia.
Está conformada por 150 policías operativos y más de 400 caballos, las duplas están capacitadas para cumplir encomiendas de seguridad, que van desde combatir la tala ilegal, evitar asentamientos irregulares hasta vigilar parques. Además, tienen otra faceta relacionada a la salud: dar equinoterapias.
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“Aquí en la Ciudad de México (zonas urbanas) no somos tan notorios, pero en todas las alcaldías que tienen esa parte rural sí somos conocidos. Sobre todo, en el Bosque de Tlalpan, Los Dinamos, Chapultepec, pero de que somos conocidos, somos conocidos”, defiende la suboficial Angélica Cruz Ayala, encargada de los centros de equinoterapia.
La Policía Montada también participa en tareas de custodia en centros penitenciarios, ayudan con la vigilancia en eventos deportivos, sociales y artísticos, como partidos de futbol y conciertos, e incluso se les puede ver en Garibaldi o en la Alameda Central vestidos de charros.
Cuando tienen alguna asignación, los caballos son llevados en un vehículo especial de traslado, con alimento, agua y un veterinario que está pendiente en caso de algún imprevisto. Agente y equino son un equipo dirigido por el uniformado.
Lo complejo es cuando el caballo se cansa o se estresa, pero la capacitación que tiene tanto jinete como su compañero animal hacen posible que cumplan con las misiones, refirió Cruz Ayala.
DAN TERAPIA TAMBIÉN
La nobleza y características de los caballos de la Policía Montada no sólo se remite a las labores de seguridad, 80 de ellos están formados como equinoterapeutas para ayudar a infantes y adultos, bajo la dirección de 35 policías terapeutas.
Entre los padecimientos y condiciones en que los equinos son de gran ayuda está el autismo, déficit de atención, ansiedad, bulimia, anorexia, síndrome de Down, parálisis cerebral.
El servicio que ofrecen es de alta demanda debido a sus beneficios y a la gratuidad. El año pasado se dieron alrededor de 250 terapias a la semana, este años van 475 y esperan recuperar los niveles de prepandemia, en los que ofrecían alrededor de 800.
Debido a que para ser recibidos los usuarios deben llevar un diagnóstico médico algunos no podían entregarlo porque los hospitales siguen restableciéndose tras la contingencia y algunos pacientes aún tenían miedo de salir, explicó Cruz Ayala.
Ver los avances de los usuarios es satisfactorio para el personal. De no lograr coordinar o equilibrarse al caminar los pacientes logran hacerlo, corregir su postura y tener confianza, mencionó la suboficial.
“Todos los días vemos avances en cada uno de los pequeños, pero también con la familia, porque al ver a su pequeñito tienen ese sentimiento de decir ‘mi hijo está avanzando gracias a la equinoterapia'”, expresó.
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